Cada presentador de los Óscar tiene su sello particular. Y este año, Jimmy Kimmel se deleitó con una broma que involucró no sólo a los actores presentes en el Teatro Dolby,
El anfitrión de la noche hizo que un grupo de turistas en medio de un tour entrara de improviso al salón del teatro Dolby donde se realizan los Premios Óscar.
Por supuesto, los turistas, que no sabían nada de lo que estaba pasando, quedaron sorprendidos al ver a muchos de sus actores favoritos.
Entre otras cosas, Kimmel consiguió que una pareja se fotografiara con Denzel Washington y lo comprometiera a asistir a su boda; que Ryan Gosling les entregara a otros como obsequio parte de su programa para la ceremonia, y que Jennifer Aniston regalara los lentes que traía puestos.
Más adelante, el presentador jugó con los actores al recrear una de las secciones más conocidas de su late show, "Mean Tweets" (Tuiteos Miserables), donde varias de las principales figuras de Hollywood leyeron comentarios insultantes de parte de anónimos usuarios de la red social.