"Estoy comprometido con Goic para que no le pase lo mismo que a mí". Las palabras del intendente metropolitano, Claudio Orrego, quedaron grabadas a fines de febrero pasado. Carolina Goic ya había manifestado su disposición a ser candidata presidencial, y el fantasma de una aventura de incierto destino se cernía sobre la presidenta de la DC. Orrego hablaba con conocimiento de causa: cuatro años antes enfrentó una adversa competencia en las primarias presidenciales de la centro izquierda contra Michelle Bachelet, cuya popularidad y expectativa de triunfo permeó tanto en la DC, que sus cuadros terminaron dejándolo prácticamente solo: salió tercero.

A casi dos meses de esa declaración de Orrego, la hoy abanderada DC enfrenta un escenario distinto al de 2013. Para muestra, un botón: la abundante lluvia que caía sobre Santiago la noche del jueves no fue impedimento para que el grueso de la elite democratacristiana la acompañara en el Teatro San Ginés, en Bellavista, y luego en las oficinas del Servel en calle Esmeralda para inscribir su candidatura.

Figuras históricas, como Gutenberg Martínez, Alejandro Foxley, Mariana Aylwin y el ex Presidente Eduardo Frei, además de casi la totalidad de los parlamentarios del partido, estaban cuadrados, pese al frío y la humedad. La imagen mostraba una DC unida, alineada, dispuesta detrás de su abanderada.

El cuadro se consiguió al filo de una semana en que Goic logró -por fin, dicen en la colectividad- poner temas en la discusión pública y "marcar agenda". La candidata marcó diferencias con el gobierno y tensionó la discusión en el oficialismo al criticar la política de concesiones hospitalarias y al emplazar a La Moneda por Venezuela.

En la DC toman nota de un giro de la senadora por Magallanes, pero también del empujón que significó configurar el escenario de la primera vuelta, resuelto en la última junta nacional. Esta decisión "marca una diferencia sustancial con la elección anterior", dice el jefe de campaña de Goic, Pablo Badenier.

El ex generalísimo de Orrego, Jorge Navarrete, agrega que "es muy distinto a lo que ocurrió en la campaña de Orrego, donde enfrentábamos a una candidata que iba a ser Presidenta de la República". A su juicio, "el deterioro de la coalición, los malos resultados del gobierno y el debate interno de la DC por buscar una nueva identidad han contribuido a generar una mayor cohesión en torno a Goic".

Crisis oficialista

La incipiente Nueva Mayoría de 2013 hoy vive días de crisis casi definitiva. En la DC apuntan a este escenario como un factor clave de cohesión entre sus militantes, más aún si se considera el portazo mutuo entre la DC y el resto de los partidos para construir un acuerdo parlamentario, lo que se descartó definitivamente con la decisión de la DC de inscribir a Goic en el Servel.

"El deterioro de la Nueva Mayoría y los resultados del actual gobierno han cooperado en que, querámoslo o no, estemos más unidos para demostrar que aún tenemos fuerza", dice uno de los miembros del comando de Goic.

En la DC se percibe en sus recovecos internos un ambiente de entusiasmo con la candidatura de Goic, pese a que aún se mantiene lejos de las posiciones de privilegio en los sondeos de opinión. El que esté Alejandro Guillier al frente, y no Bachelet como en 2013, es otro aliciente.

"No se compite contra Bachelet. Guillier no es Bachelet", afirma un ex presidente democratacristiano.

Otros dicen que el desafío de Goic es doble: potenciar su perfil de candidata centrista y correr a Piñera hacia la derecha, justo cuando el ex presidente intenta reconquistar dicho electorado, y hacer crecer su conocimiento público y popularidad para, también, encantar a los parlamentarios de su propio partido que necesitan aparecer en la foto con un abanderado (a) que les sume.

En el primer objetivo ya hizo un guiño al centro y a Piñera en el lanzamiento de su candidatura: igualó la oferta del precandidato de Chile Vamos de alcanzar un crecimiento económico de 4%.

Aprovechó también de mirar hacia la izquierda moderada, incorporando propuestas del ex Presidente Ricardo Lagos, como nuevas líneas de metro, trenes y tranvías, y un auge especial para la tercera edad. Esto, para también sacarle ventajas a Guillier, que no muestra un consolidado eje programático.

El jefe político de la campaña es claro en precisar que la senadora también apuntará al mundo independiente. "Estamos haciendo una convocatoria muy amplia a los independientes", dice Badenier, destacando el ingreso de Juan Pablo Hermosilla, Pablo Ruiz-Tagle y Javier Couso, ex Océanos Azules.

En las próximas semanas, el comando irá anunciando la incorporación de nuevas figuras independientes, en conjunto con un mayor despliegue por el país. Y de igual manera, afirman que Goic irá profundizando su distancia frente a la administración de Bachelet.