Tenían preparada una gran celebración. Miles de madrileños llegaron hasta la Puerta de Alcalá para seguir en directo la elección de la sede de los Juegos Olímpicos de 2020. Sin embargo, lo que había sido preparada como una fiesta, finalizó de la peor forma para los españoles.

Con el lema "La tercera es la vencida", refiriéndose a las dos postulaciones anteriores consecutivas (2012 y 2016), la candidatura de Madrid aparecía como una de las favoritas.

Precisamente, los trabajos que habían sido comenzados para esas postulaciones eran mostrados como uno de los puntos fuertes. De hecho, la candidatura argumentaba que más del ochenta por ciento de las obras ya estaban listas a siete años del evento.

Así la confianza crecía entre los capitalinos. Mariano Rajoy, jefe del gobierno de España y uno de los que encabezó la delegación junto a Pau Gasol y el príncipe Felipe de Borbón, argumentaba categórico: "Que no quepa la más mínima duda de que lo vamos a conseguir".

No obstante, fue Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional, el encargado de informar sobre la eliminación de Madrid de la elección luego de empatar con Estambul en la primera ronda de votación y obtener cuatro sufragios menos que sus rivales en el desempate.

El resultado sorprendió a todos los que se habían ilusionado con una inédita victoria de Madrid (esta era su cuarta postulación).

"Es una derrota dolorosa, nos quedamos con el trabajo realizado y con el esfuerzo de la gente", se lamentó Gasol una vez conocida la resolución del COI.

Una de las razones que pudo perjudicar a los españoles, es la deficiente situación económica en la que se encuentra el país, que lo ha tenido inmerso en una dramática crisis desde 2007, esto pese a que en la delegación madrileña aseguraron que lo peor ya había pasado.

Por último, la postura del país respecto de los casos de dopaje que han remecido el deporte pudo terminar por mermar definitivamente la credibilidad de la candidatura.