La "deuda" que Universidad de Chile quiere que Pizarro pague con su regreso

David Pizarro llegó en 2001 como el gran refuerzo de Universidad de Chile. Tras una extensa pugna con Santiago Wanderers, los azules consiguieron con Udinese un préstamo por seis meses, para que el jugador tuviera continuidad. Pero la experiencia no como esperaban en la "U", ya que el jugador actuó poco y terminó lesionado. Esa es la deuda que ahora podría pagar, si es que se concreta el deseo de los universitarios de traerlo nuevamente.

Los problemas comenzaron incluso antes de ser presentado. Ante la intención de Udinese de enviarlo a préstamos, varios clubes en Chile se interesaron por Pizarro, pero al final la pelea fue entre Wanderes, que apelaba a lo sentimental por ser el club que lo formó, y la "U". Y aunque el jugador había declarado que quería firmar por los azules, sólo pocas horas antes de ser presentado se cerró el acuerdo.

Para Universidad de Chile la inversión significó un gasto de 120 mil dólares, pero los problemas físicos evitaron sacarle provecho en la cancha. El volante sólo jugó seis partidos por el Torneo Nacional (anotó un gol) y dos por la Copa Libertadores (marcó dos tantos). En total, jugó 522 minutos. En el torneo continental, los azules quedaron eliminados en primera ronda.

La historia terminó con una lesión en mayo: fractura asintomática (sin dolor) en la zona del quinto metatarsiano, en lo que podía ser una consecuencia de un problema anterior y que necesitaba tres meses de recuperación. En la "U" reconocieron que cierta responsabilidad, por la permisividad con que se actuó, aunque argumentaron que los exámenes demostraban que el jugador estaba sano y que podía jugar.    Pero también provocó la molestia de René Orozco, presidente del club, con la selección, acusando que en la "Roja" habían infiltrado al jugador.

Pizarro se perdió la Copa América y aunque manifestó que quería quedarse en la "U" seis meses más, volvió a Udinese. Ahora, los azules quieren que regrese a cumplir con lo que le faltó.