Fue un gallito duro. Una batalla con pronóstico incierto. Las negociaciones que tienen a Américo como una de las mayores figuras de Viña 2010, con un esperado show que mañana abre la cuarta jornada, siempre fueron cuesta arriba y esconden una trastienda que casi deja al cantante mirando el certamen por televisión.
A mediados de agosto, cuando el suceso tropical de 2009 copaba radios y matinales, los organizadores del evento contactaron a sus representantes para ofertarle la opción de estar por primera vez en la Quinta. La propuesta era clara: un contrato por $20 millones, alojamiento con su equipo en el hotel O'Higgins y un horario intermedio entre dos estrellas de perfil internacional. Además, al hombre de Que levante la mano tendría trato de "artista emergente".
Pero el plan no fue aceptado por el staff que maneja su carrera. Se consideró que su alta exposición y popularidad merecía algo más. Había un asunto de cifras concretas: el trato con Viña lo obligaría a acatar una serie de cláusulas -no actuar en la V Región ni en otros eventos televisados- que le restarían fechas y ganancias a su agenda (cobra $ 7 millones por show). Las negociaciones quedaron en punto muerto y los ejecutivos de UC-TV exigieron una contraoferta.
La propuesta llegó un par de días después: los representantes pedían cerca de $ 80 millones, abrir una noche y alojamiento para parte de su comitiva en el Sheraton Miramar. La comisión encargada de la cita seguía sin convencerse, ya que consideraban desmedida la cifra y recalcaban que los $ 20 millones iniciales era el monto que habitualmente se cancela a los invitados chilenos (Bombo Fica recibió esa cifra por su presentación de hoy).
Las conversaciones continuaron, hasta que después de casi dos meses y medio, los organizadores aceptaron la contraoferta final. Una fuente conocedora del trámite asegura que la fuerte exposición mediática del intérprete hizo repensar la situación.
El 5 de noviembre pasado, apenas tres horas antes de su oficialización, Américo cerró el contrato bajo las cifras y condiciones que él estableció: abrirá la noche de mañana, que comparte con Tito "El Bambino"; las cinco personas más cercanas de su staff se quedarán en el Sheraton, mientras que las 20 restantes lo harán en un hotel en Reñaca; y se embolsará cerca de $ 80 millones.
La aventura viñamarina será vertiginosa: llega a Santiago a las 6:15 horas desde Perú (donde recibió un premio de la sociedad de autores); arriba a la V Región al mediodía y en la tarde tendrá su cita con la prensa. Su show está pactado para 70 minutos, tendrá 11 músicos, tres cambios de vestuario y la parte audiovisual estará a cargo de Matías Cruz, uno de los mentores de las campañas televisivas de Bachelet y Frei.