El verdadero problema de la crisis migratoria está dentro de los países del Triángulo Norte de América Central, conformado por Honduras, Guatemala y el Salvador. Ayer, el Presidente de EE.UU., Barack Obama, recibió a los presidentes Otto Pérez, de Guatemala; Juan Orlando Hernández, de Honduras; y Salvado Sánchez Cerén, de El Salvador, en la Casa Blanca. Al finalizar del encuentro, Obama señaló que los cuatro países tenían "alguna responsabilidad" en la crisis. Mientras que todos acordaron la necesidad de perseguir a las redes de criminales que se aprovechan del fenómeno de la inmigración.

HONDURAS

"Queremos trabajar para asegurar que los emigrantes, en lugar de buscar el sueño americano, busquen el sueño hondureño", dijo el consejero de departamento de EE.UU., Thomas Shannon, en su viaje a la región.

Con una tasa de 90,4 homicidios por cada mil habitantes, según la ONU, Honduras ocupa el primer lugar del mundo en este tema. Estas condiciones ha conllevado a que la mayor cifra de niños migrantes en Estados Unidos provenga de este país, de acuerdo con un reporte publicado por el Centro de Investigación Pew (13.224 desde el 1 de octubre de 2013 al 31 de mayo de 2014). La semana pasada, el Presidente Hernández lanzó una campaña para prevenir la migración ilegal con el eslogan: "No arriesgues la vida de tus hijos, la migración infantil también es abandono". Sin embargo, el mismo mandatario reconoció que el problema no se resuelve únicamente con campañas mediáticas.

GUATEMALA

Hasta ahora, Guatemala ya tiene identificados más de 30 "puntos ciegos" que no se pueden vigilar por falta de personal y que los migrantes utilizan para llegar a México.

Quienes vienen desde la ciudad de Huehuetenango recorren a pie la sierra hasta llegar a Tuxla Gutiérrez, en México. Si llegan desde San Marcos, al suroccidente de Guatemala, atraviesan nadando o en balsa el río Suchiate y siguen al norte, hacia el pueblo mexicano de Arriaga. Ahí los migrantes piden dinero para subir a "La Bestia", el tren de carga que diariamente transporta a cientos de inmigrantes, encaramados en sus vagones y en su techo, a través de México rumbo a Estados Unidos. En cifras, Guatemala es el cuarto país más peligroso del mundo, con 41,2 homicidios por cada mil habitantes. De acuerdo con el mismo reporte del Centro de Investigación Pew, en el último año fiscal, 11.449 niños de ese país llegaron a la frontera sin sus familiares. El pasado 7 de julio, Guatemala y México implementaron el "Programa Frontera Sur", que incluye el reforzamiento de las medidas de seguridad. Los activistas de los derechos humanos de los migrantes critican esta política que sólo obligaría a los traficantes a exponer a los niños por lugares más peligrosos y apartados.

EL SALVADOR

En el último año, El Salvador casi duplicó sus índices de niños migrantes en la frontera estadounidense. Pasó de 5.987 en 2013 a 9.835 en 2014.

En lo que va del año, se contabilizaron 2.098 homicidios en ese país, lo que significa un aumento de casi el 60% con respecto a los 1.335 asesinatos registrados en el mismo período del año pasado, según confirmó la Policía Nacional Civil de ese país.

De acuerdo con el gobierno, el 67% de estos ataques son perpetrados por las pandillas o "maras", que se concentran especialmente en la capital. La policía anunció recientemente el plan "territorios en desarrollo", para contrarrestar la violencia en los municipios más golpeados con un nuevo despliegue policial, intervenciones en los vecindarios y la ayuda de instituciones sociales y religiosas.