El anuncio del retiro de Nicolás Massú puso término a la generación más exitosa del tenis chileno. Entre el viñamarino, Marcelo Ríos y Fernando González, acumularon 35 títulos ATP.

Todos alcanzaron un puesto en el top 10. El más alto, el "Chino", que en 1998 alcanzó el número uno.

El "Vampiro", en tanto, fue noveno en 2004, poco después de adjudicarse los Juegos Olímpicos de Atenas, y "Gonzo" llegó a la quinta posición a comienzos de 2007, tras caer en la final del Abierto de Australia ante Roger Federer.

Al margen de logros individuales (ver tablas), como grupo también marcaron hitos. En Grecia, Massú y González obtuvieron la primera medalla de oro para el deporte chileno, al vencer en la final de dobles a los alemanes Nicolás Kiefer y Rainer Schuettler.

También entraron en la historia con el bicampeonato de la Copa Mundial por Equipos que se disputaba en Düsseldorf, en 2003 (con el "Chino") y 2004, tras vencer a República Checa y Australia, respectivamente.

La campaña colectiva fue coronada con el retorno al Grupo Mundial de Copa Davis, en ese exitoso 2004, tras derrotar a Japón.

Ríos, quien ayer valoró la carrera del "Vampiro", resumió así lo que viene tras el fin de la generación dorada: "Los tres estamos retirados. En lo que se viene, (Christian) Garin creo que es el que está dando resultados, pero es junior todavía. Profesionalmente, nos quedamos en cero".

El recambio

Garin, Bastián Malla, Gonzalo Lama y Nicolás Jarry son las principales promesas. Hoy, el ariqueño es el mejor ubicado en el ranking ATP (396º). Además, es 7º en juveniles.

Malla también ha dado señales de su proyección. Este mes el antofagastino llegó a los cuartos de final del challenger de Río de Janeiro y escaló al 802º lugar.

Lama luce el título del Futuro Chile 2 y la final del challenger de Santiago, mientras que Jarry ganó el título del Futuro Chile 3 en dobles, junto a Garin. Por ahora, los éxitos futuros dependen de ellos.