La VI cumbre de los Brics esta semana en Brasil se topa con el aislamiento de Rusia por parte de los  occidentales, en una nueva señal de la diplomacia multipolar defendida por los  países emergentes.

Los presidentes de Brasil, Dilma Rousseff; China, Xi Jinping, y Sudáfrica,  Jacob Zuma, y el primer ministro indio, Narendra Modi, presenciarán - el martes en Fortaleza y el miércoles en Brasilia - la llegada del presidente ruso, Vladimir Putin, aislado en el escenario internacional y excluido del G8 debido a la crisis con Ucrania.

"Los Brics han demostrado que Occidente no puede marcar el paso a los emergentes, incluso en temas geopolíticos cruciales", afirmó a la AFP Oliver Stuenkel, profesor en relaciones internacionales en la Fundación Getulio Vargas de Sao Paulo.

"Rechazaron participar en los esfuerzos llevados a cabo para aislar a  Rusia. Mostraron que no creen en las sanciones", agregó Stuenkel, al estimar  que los países del Brics habían incluso "logrado evitar la exclusión de Rusia  del G20", club de países desarrollados y emergentes.

En momentos de fuerte tensión entre Moscú y Kiev con sangrientos enfrentamientos, la cumbre de los Brics podría evocar este tema en su declaración final.

"Los presidentes no ignoran la actualidad, es posible que se haga mención a  la crisis en Ucrania", comentó un responsable gubernamental brasileño durante  un encuentro con la prensa.

El responsable prevé que se alcance una postura común que vaya en la misma  línea que la adoptada por la ONU, donde en marzo los Brics se abstuvieron de  votar contra la anexión de Crimea a Rusia.

"CONSOLIDACIÓN Y ALIANZA"

Vadim Lukov, coordinador del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores para los Brics, aseguró en aquel momento que el caso ucraniano "contribuyó a una consolidación de la alianza", en una declaración a la agencia rusa RIA Novosti.

"Para Putin es una satisfacción ver, antes de la cumbre de los Brics, que ante una cierta solidaridad occidental, hay una clara diferencia con sus  aliados", confirmó a la AFP Bertrand Badie, investigador en el Centro de  Estudios y de Investigaciones Internacionales (CERI) de París.

Este politólogo destaca la "neutralidad" de China, que acostumbraba ser  "muy puntillosa en materia de integridad territorial", mientras que "Brasil e India permanecen más discretos, al igual que Sudáfrica". Matices que ilustran  los intereses de cada país en su relación bilateral con Rusia.

Al respecto, Stuenkel subraya que no hay "ninguna presión en el seno de los  Brics para adoptar una posición común".

Su punto de acuerdo es simple: preservar a un socio fundamental, tanto para  China como para India, y oponerse a una hegemonía occidental en el plano  diplomático.  

"Los BRICS fueron muy claros sobre todo en su oposición a las sanciones de  Estados Unidos y la Unión Europea contra Rusia", dijo a la AFP Mark Weisbrot,  codirector del Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR) en  Washington.

"No pueden obligar a Washington a cambiar su política exterior, pero le pueden hacer pagar un precio político y económico", insistió.

"REVANCHA FINANCIERA"

Durante esta cumbre, los Brics pretenden lanzar su propio banco de desarrollo y un fondo de reserva, lo que demuestra una voluntad en común de  autonomía frente a las instituciones internacionales.

Hay "un poco de revancha financiera de los países del sur y del este frente  a la predominancia occidental", según Abadie.

"Esto representaría el inicio de la construcción de un mundo financiero  multipolar, siguiendo el mundo geopolítico multipolar que desea Putin", precisó  a la AFP Charles Movit, responsable de Europa del Este para el gabinete del  consejo anglosajón HIS.

No obstante, este banco de los BRICS no podría responder al impacto de  sanciones más duras sobre "las actividades financieras cotidianas" de Rusia,  agregó.

El ex presidente del Consejo rusoestadounidense de comercio, Edward Verona,  del gabinete de asuntos estadounidenses McLarty Associates, dijo a la AFP que en caso de sanciones antirusas sobre "tecnologías" los Brics serían "incapaces  de brindar" ayuda al respecto.

Es una manera de recordar que la diplomacia multipolar puede tropezarse con  las realidades económicas.