La imagen es de euforia. La selección chilena de polo consiguió en casa su segunda corona tras ganar el Mundial de la especialidad, en las canchas del club San Cristóbal en Vitacura. Un logro que se repite tras haber conseguido el primer título en México en 2008. No caben las malas caras. Todo es alegría tras vencer a Estados Unidos en el juego final por 12-11, en una épica actuación para el deporte nacional.

Pero al otro lado de la cordillera, un tuit generaba cierta polémica: "De local, Chile se consagró campeón en el Mundial de bajo handicap", escribió la Asociación Argentina de Polo en la red social.

Y es aquí cuando aparece un elemento clave para entender la controversia: qué es el "handicap". Un elemento decisivo en este deporte que dio inicio a la discusión sobre el nivel del certamen disputado en nuestro país. Así, se abrió un debate que, en todo caso, no le quita quita méritos a la gesta chilena, de quedarse con la copa mundial en tiempo agregado y remontando un destino que parecía perdido.

HANDICAP: EL FONDO DEL ASUNTO

El denominado "handicap" en el polo es la estimación del número de goles que un jugador vale para su equipo. El máximo "handicap" de cada jugador es 10 goles. Y como cada equipo tiene cuatro jugadores, el máximo "handicap" posible por equipo es de 40 goles. Por su parte, el "handicap" individual más bajo posible es -2, y normalmente es para principiantes.

Sin embargo, los mundiales de polo -como el que ayer ganó Chile- siempre se han disputado con un máximo de 14 goles de "handicap" colectivo, y de cinco en el caso de los jugadores. Lo anterior, para nivelar un deporte donde Argentina reina sin mayores contrapesos a nivel planetario.

La restricción individual de "handicap" para el mundial que Chile conquistó también perjudicó al equipo nacional: Jaime García-Huidobro, el mejor jugador chileno del momento, no pudo participar del torneo por tener "handicap" 8, superando el máximo de 5.

Y en general, esta restricción dejó fuera del torneo a las figuras mundiales de este deporte y obligó a los equipos participantes a seleccionar jóvenes promesas y polistas de nivel inferior al de las estrellas de la especialidad.

Ejemplo del prediominio al otro lado de la cordillera es lo que sucede en el Campeonato Argentino Abierto de Polo, el máximo certamen interclubes a nivel mundial. En este torneo, el "hándicap" de los equipos debe estar entre los 28 y los 40 goles. Es decir, el "handicap" mínimo para participar en dicho torneo equivale al máximo permitido para encarar un mundial.

Volviendo a los mundiales, otra duda que se instala se relaciona con la asignación del "handicap" a cada polista: este es definido por la asociación de polo del país de cada jugador registrado. Por este motivo, en los mundiales es recurrente la polémica por posibles "handicap" que podrían estar alterados a la baja, para beneficiar a determinados equipos.

De todos modos, nada detendrá los festejos nacionales y la satisfacción de ser campeones del mundo.