Nuevamente en la historia republicana se terciará, en marzo, la banda presidencial un gobernante socialista: Michelle Bachelet asumirá su segundo gobierno.
Por esta razón, al interior del PS sienten un peso especial al tener la responsabilidad política de ser el partido oficial. Así, el próximo año, la colectividad experimentará una serie de instancias que definirán la postura de la tienda en el futuro período.
La diversidad de corrientes del socialismo moverá a sus mejores cartas en sus ritos partidarios, mirando la hegemonía de poder en distintos espacios por los próximos cuatro años.
El 11 de enero será la primera ceremonia partidaria: el comité central. Ese día, además de discutir el rol del partido en el nuevo gobierno de Bachelet, el pleno establecerá la fecha de las elecciones de mesa directiva. Para ello, la comisión política del PS propone que sea el 16 de noviembre de 2014.
Definido el día de sus comicios, las fuerzas que conviven al interior del PS iniciarán la disputa por alcanzar el liderazgo de la mesa.
Si bien en las tendencias del socialismo asumen que aún es prematuro para auscultar candidatos y posibles alianzas, ya han comenzado sus primeros movimientos. Un caso es el sector de la renovación PS. Liderados por el senador Fulvio Rossi, sus integrantes ya definieron una fecha para alinear criterios: 10 de enero, un día antes del comité central.
Una jornada crucial para el socialismo puesto que, en paralelo a las reuniones de sus sectores, el Instituto Igualdad tiene fijado un taller de capacitación e inducción con miras a ocupar los cargos públicos en la futura administración.
En el encuentro de los renovados, donde también participarán los senadores electos Carlos Montes y Rabindranath Quinteros, se abordarán los énfasis programáticos que defenderá el sector y el cariz de los cuadros que, idealmente, deberían integrar el Ejecutivo.
"Hay una generación de jóvenes profesionales con capacidad técnica y política. Espero que no cometamos el error de convocar sólo a tecnócratas y después terminan volviendo para atrás. Lo vimos en el primer gobierno de Bachelet y lo vimos también en la actual administración", dijo Rossi, quien agregó que "lamentaría mucho que se privilegien rostros nuevos en desmedro de personas con trayectoria política".
Desde el tercerismo, en tanto, también tienen agendado para la noche del viernes 10 un encuentro con sus figuras, donde se espera la presencia, entre otros, del diputado Fidel Espinoza y el senador Juan Pablo Letelier.
EL DESTINO DE ESCALONA
Sin embargo, en todas las corrientes reconocen que medirán sus pasos una vez que uno de los militantes socialistas más emblemáticos muestre sus cartas: Camilo Escalona, quien no ha dado luces de su futuro.
El ex presidente del PS en marzo deja su escaño en la Senado y en privado se le menciona como posible carta al gabinete. Pero de tentarse con la presidencia del partido, reconfiguraría la contienda interna, pues representa a uno de los sectores mayoritarios en el socialismo: la Nueva Izquierda.
"Siempre Escalona va a tener un liderazgo en el PS, naturalmente en la Nueva Izquierda. Pero ahora estamos enfocados en la instalación del gobierno", reconoce el diputado Juan Luis Castro, identificado con el "escalonismo".
DISPUTA EN EL CONGRESO
En paralelo por la hegemonía en calle París, otra de las batallas de los socialistas se dará en los pasillos del Congreso, específicamente en las mesas de las cámaras.
Uno de los acuerdos a los que llegó la Nueva Mayoría en la testera de la Cámara de Diputados, es que dos presidencias contarán con la presencia del PS, de la mano de los diputados Osvaldo Andrade y Fidel Espinoza.
En el senado, en tanto, el escenario aún está abierto. A propuesta del timonel de la tienda, Osvaldo Andrade, la mesa sugirió a Isabel Allende para presidir el Senado. En sectores del PS defienden el simbolismo que la hija del ex Presidente Salvador Allende entregue la banda presidencial a la futura gobernante socialista.
Pero lo anterior cuenta con la oposición de Rossi, quien es jefe de senadores socialistas, y de su par, Juan Pablo Letelier, quienes se quejan de que es una decisión exclusiva de los parlamentarios.