Sin lugar a dudas, el triunfo ante Cobresal descomprimió el ambiente en Universidad Católica. Los tres puntos rescatados agónicamente en El Salvador no solo significaron la punta provisoria del campeonato, sino que además esperanza con apaciguar un camarín que no logra afiatarse a la nueva dirección técnica.
Claro, porque a Rodrigo Astudillo no le ha sido fácil tomarle la mano a un equipo que ya venía fuertemente golpeado por la final perdida ante O'Higgins en el torneo de Apertura. Y si la obtención de un título era la solución para aliviar la carga, la eliminación de Copa Chile a manos de Huachipato terminó por agudizar la situación.
Precisamente para el duelo copero, el técnico programó una concentración casi ocho horas más extensa de lo acostumbrado, lo que no cayó bien en el plantel. Si durante casi todo el proceso de Martín Lasarte la programación para los partidos comenzó luego del entrenamiento de la tarde, Astudillo cambió las reglas y ordenó la hora de inicio desde la mañana.
"La idea es que los jugadores estén más juntos. Revisaremos imágenes, cuidaremos su descanso y su alimentación", explicó el "Tuto" antes del duro revés con los acereros.
Pero el problema en la precordillera no solo reside en los acuerdos. El estilo futbolístico que propone el DT no logra ser asumido por los intérpretes, lo que quedó evidenciado en los noventa minutos de fútbol ante el cuadro "minero". Mientras, los nortinos dominaron el partido, y se generaron múltiples oacsiones de gol sobre el arco de Toselli, Católica careció de una línea de juego definida, y permitió que su rival se lo llevara por delante durante largos pasajes.
Así, la discretísima presentación en el estadio El Cobre solo acrecentó las dudas sobre la capacidad de Astudillo para convencer a sus dirigidos sobre su idea de juego. "Este triunfo es merecido y nos da una tranquilidad relativa para el club. Lo que más me interesa es que ellos trabajen y disfruten del juego", analizó, luego del encuentro.
Entre los jugadores, José Luis Muñoz sacó la voz y le bajó el perfil al supuseto quiebre interno que existe entre el cuerpo técnico y sus jugadores. Sin desmentirlo, el delantero señaló que "estamos unidos, como siempre", escuétamente, antes de abordar el bus.
Lo que es cierto, es que el solitario gol de Darío Botinelli apareció oportunamente antes que una empate con sabor a derrota enrareciera aún más el ambiente en la precordillera.