Durante el año y medio que estuvo en manos de sus captores yihadistas, el británico David Haines observó con esperanza cómo algunos de sus compañeros de cautiverio eran liberados tras pagarse su rescate. Ese fue el caso de Federico Motka, el italiano con el que Haines fue apresado el mismo día, en marzo de 2013, sólo tres días después de haber arribado a Siria. Haines llegó a la región tratando de organizar la distribución de agua potable, ropa y tiendas de campaña que la ONG francesa Acted enviaba a los refugiados de la zona.
Pero el destino de Haines sería otro, y el mismo británico ya lo podía presentir desde que sus captores decapitaron a los prisioneros estadounidenses para enviar una señal de represalia a Washington por su intervención militar en la región.
A principios de mes, la cuenta regresiva de Haines, de 44 años, se aceleró cuando al final del video donde decapitaban al periodista Steven Sotloff, los islamistas dejaron ver a Haines con un llamado de advertencia a todos los gobiernos que entraran "en esta alianza malvada con Estados Unidos contra el Estado Islámico (EI)". Luego de eso, los familiares de Haines lanzaron mensajes desesperados a través del Ministerio británico de Relaciones Exteriores, donde pedían a sus captores contactarse con ellos. Pero no fueron escuchados y ayer David Haines, padre de dos hijas, terminó convirtiéndose en la tercera víctima civil de Occidente a manos del Estado Islámico.
AYUDA HUMANITARIA
Haines es oriundo de Holderness, en la región de East Yorkshire, al noroeste de Inglaterra, pero se crió en Perth, Escocia. A los 17 años siguió los pasos de su padre, entonces se alistó en el Ejército y trabajó en el mantenimiento de aeronaves en la Fuerza Aérea. En ese período dio sus primeros pasos en el campo de la ayuda humanitaria al participar en una misión de la ONU en los Balcanes, donde conoció a su segunda mujer, Dragana, con quien se casó en 2010.
En 2012, Haines trabajó en Sudán del Sur para la organización Nonviolent Peaceforce, que busca el diálogo pacífico en situaciones de conflicto. También estuvo en Libia durante la Primavera Arabe trabajando para la ONG Handicap International, una organización de ayuda para discapacitados. Pero su vida dedicada a la ayuda humanitaria tuvo un final trágico.
"Mi nombre es David Cawthrone Haines. Quiero declarar que te responsabilizo enteramente a ti, David Cameron, por mi ejecución", dice Haines en la grabación antes de su decapitación, vestido con un overol naranjo, arrodillado en una colina de arena, con el cielo azul sobre su cabeza, y donde su única compañía es su ejecutor, vestido completamente de negro. "Desafortunadamente, somos nosotros, la población británica, quienes finalmente pagaremos el precio por las decisiones egoístas de nuestro Parlamento", continúa Haines.
El primer ministro británico, David Cameron, respondió a la amenaza de los agresores tras una reunión de emergencia con su gabinete en Londres, donde condenó como "despreciable y asqueroso" el asesinato del ciudadano británico inocente.
Al término de la reunión en Downing Street, Cameron recordó a Haines como un héroe nacional y señaló que se hará todo lo posible para cazar a los asesinos. "No son musulmanes, son monstruos", sentenció Cameron.
Además, el líder británico señaló que se intensificará el operativo militar de su gobierno. Londres continúa con su intervención militar en la región, asistiendo al ataque aéreo que ha desplegado Washington para frenar el avance de los extremistas sunitas.
El Presidente Barack Obama, por su parte, señaló que el asesinato de los rehenes fue un "error estratégico" de parte de los yihadistas y respaldó las acciones militares que el Pentágono ha desplegado en la región.