Tras la derrota de anoche ante River Plate de Montevideo por la Copa Sudamericana, el ambiente no es el de los mejores en Universidad Católica. Es que en el plantel abunda la autocrítica y la desazón por no obtener resultados.

En efecto, la caída ante los uruguayos es la tercera en los últimos cuatro partidos, pues el equipo ya venía de caer ante Ñublense y ante Santiago Wanderers en el Apertura. Y como si fuera poco, por la Copa Chile el elenco de Julio César Falcioni fue incapaz de vencer en San Carlos a Iberia, elenco recién ascendido a la Primera B.

"Nadie anda bien. Aquí nadie se salva. Grupalmente tampoco andamos bien. Hay que conversar y trabajar para encontrar el rumbo", aseguró un acongojado Cristián Álvarez, capitán del cuadro de Las Condes.

"A todos nos insultan. Es así. Me hago cargo de eso y lo vivo. Me siento mal. No me gusta lo que está pasando. Pongo la cara, soy el primero en estar delante de mis compañeros. Hay que tratar de revertir esto", añadió el referente cruzado.

"No estamos pasando un buen momento como equipo y como institución. Me siento demasiado mal. Siento como capitán que podría hacer mucho más, que esto no debería estar pasando en un club grande como este", sentenció.

En todo caso, al interior del equipo siguen respaldando a Falcioni. "El nos motiva para salir adelante", aseguró el atacante Alvaro Ramos, quien ya piensa en el duelo de este fin de semana ante Palestino. "Esperamos sacar un buen resultado para levantar cabeza e ir a Uruguay a dar vuelta la historia", enfatizó el "chanchito".