La economía japonesa creció en el trimestre enero-marzo un 1,5 por ciento con respecto al trimestre anterior, un volumen por encima de lo esperado por la mayoría de economistas, según informó hoy el Gobierno.

Con respecto al mismo periodo del año anterior el producto interior bruto (PIB) de Japón aumentó un 5,9 por ciento, según los datos publicados hoy por la oficina del Gabinete. 

Durante los tres primeros meses del año las exportaciones, que suponen en torno a un 15 por ciento del PIB, mostraron una fuerte recuperación al avanzar un 6 por ciento con respecto al trimestre anterior y un 26,3 por ciento en relación al mismo periodo de 2013.

A su vez, el consumo privado, que compone el 60 por ciento de la economía, avanzó un 2,1 por ciento intertrimestral y un 8,5 por ciento en relación a los tres primeros meses del año anterior.

La inversión de capital corporativo, otro importante componente para el PIB, creció en enero-marzo un 4,9 por ciento al compararlo con el dato del trimestre precedente.

El crecimiento económico registrado en Japón en los primeros meses de 2014 es mayor de lo previsto por la mayoría de analistas, que lo situaban en torno al 1 por ciento intertrimestral, y está muy por encima del avance de apenas el 0,1 por ciento registrado en octubre-diciembre.

Estos datos macroeconómicos implican el sexto trimestre consecutivo de expansión para la tercera economía mundial y constituyen un espaldarazo para el Gobierno del primer ministro Shinzo Abe, embarcado en un ambicioso programa de reforma económica bautizado popularmente como "Abenomics".

Con la ayuda de una política monetaria ultraflexible activada por el Banco de Japón (BoJ) en abril de 2013 Abe busca dar portazo a más de dos décadas de estancamiento y a 15 años de caída de precios, con el objetivo de lograr una inflación de en torno al 2 por ciento interanual para 2015.

No obstante, los datos de enero-marzo reflejan a su vez el acelerón consumista que precedió a la subida del impuesto sobre el consumo (que pasó del 5 al 8 por ciento) del pasado 1 de abril, según reconoció hoy en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo el ministro de Revitalización Económica, Akira Amari.

El fuerte impacto que este tipo de subidas impositivas tiene en Japón hace prever que la economía del país sufra un frenazo en el trimestre abril-junio.