Las mujeres que retrasan tener su primer hijo se manejan igual de bien que las más jóvenes cuando se trata del embarazo, pero son mucho más nerviosas respecto a su bebé no nacido, dijeron investigadores australianos.

La investigación, dirigida por la doctora Catherine McMahon de la Universidad Macquarie, encontró que las madres primerizas de treinta y tantos hacen frente con la misma resolución que las veinteañeras a las cuestiones físicas y molestias del embarazo como las náuseas.

"Generalmente se ha pensado que las mamás mayores no podían responder físicamente al embarazo igual que las jóvenes, o que podían ponerse muy nerviosas o encontrar más difíciles los cambios en el estilo de vida", dijo McMahon, psicóloga, en una nota.

"Pero lo que hemos hallado es que a pesar de que hay algunas diferencias, las madres mayores se adaptan en general bien".

SOLO ALGUNAS DIFERENCIAS
El estudio se hizo sobre 620 mujeres australianas de edades entre 20 y 40 años y desde el tercer trimestre del embarazo hasta cuatro meses después de dar a luz.

Las mujeres a partir de 37 años se mantuvieron tan sanas durante el embarazo como las jóvenes y también funcionaron bien emocionalmente. No obstante, en otras áreas hubo diferencias relacionadas con la edad.

"Las madres más mayores expresaron una mayor ansiedad sobre el estado del bebé antes de nacer, lo que es de esperar dado los datos conocidas de mayores índices de complicaciones obstétricas en este grupo de edad", dijo McMahon.

"También descubrimos que las madres más jóvenes eran más positivas sobre los cambios en sus cuerpos".

Los investigadores están actualmente estudiando cómo se manejan las madres y sus bebés en sus primeros meses de vida.