La tragedia del Chapecoense tendrá un capítulo lleno de emoción. Luego de que la Conmebol declarara al equipo brasileño como campeón de la Copa Sudamericana uno de los compromisos que le toca enfrentar es una nueva final. Y nada menos que contra los colombianos de Atlético Nacional de Medellín.

Resulta que, por reglamento, el campeón de la Copa Sudamericana tiene, entre otros beneficios, un cupo reservado para la Copa Libertadores, la Copa Suruga Bank -contra un equipo japonés- y la disputa de la Recopa Sudamericana 2017, cuyo formato ha variado en sucesivas ediciones, pero que en los últimos años se ha jugado en partidos de ida y vuelta entre los campeones de la Copa Libertadores y la Sudamericana.

Y el actual campeón de la Libertadores es el Nacional colombiano, que -de hecho- se iba a jugar contra el Chapecoense un logro inédito: ser el primer equipo en ganar ambas copas el mismo año.

Al margen del factor emotivo que implica que se enfrenten ambos equipos, que han dado un ejemplo al mundo por su actitud asumiendo esta tragedia, es interesante también por la manera en que termine reconstruyéndose el cuadro brasileño.

Al creciente rumor de que Juan Román Riquelme, Ronaldinho y Adriano se habrían ofrecido a jugar gratis por los brasileños para amainar el golpe tras perder a casi su equipo titular completo en el accidente aéreo, se suma el tuit de Eiður Guðjohnsen, ex astro del Barcelona que declaró que estaría encantado de ayudar y volver a jugar con Ronaldinho, con quien compartió en el Barcelona.

Si Chapecoense es campeón con todos los beneficios que implica, entonces, no solo se jugará un emocionante duelo contra Atlético Nacional, sino también tendríamos un desfile de cracks buscando aminorar el dolor sufrido por las golpeadas huestes brasileñas.