Mejorar el aspecto sicológico. Tras asumir la banca de Colo Colo, reemplazando a Gustavo Benítez, el primer trabajo de Héctor Tapia y Miguel Riffo como dupla técnica consistió en tratar a un plantel que estaba destruido y con muy poco ánimo tras la seguidillas de derrotas.
Por eso, de hecho, el día martes Tapia charló por media hora con el equipo y el jueves, buscando seguir remeciendo la plantel, citó a los referentes y a un par de símbolos jóvenes del equipo para potenciar lo anímico.
Sin embargo, los entrenadores interinos hicieron otra cosa más. Ayer, antes de saltar a la cancha del Monumental para jugar ante Cobreloa, Héctor Tapia y Miguel Riffo se reunieron durante 35 minutos con el plantel.
En esos momentos, dirigentes y utileros permanecieron afuera del camarín, mientras en su interior resonaron, tras un emotivo discurso del DT, gritos de ánimo y la consigna de dejar atrás las derrotas y comenzar a "renacer" en el Apertura.
Todo este aspecto sicológico, por cierto, tiene como base la intensa conversación entre los ex jugadores albos y el actual plantel, algo que los jugadores agradecieron especialmente porque, a su juicio, era lo mental lo que afectaba al rendimiento.
"Me parece bien, porque lo que nos está pasando es más sicológico que futbolístico. Héctor y Miguel nos dicen que quieren que haya comunicación permanente con ellos", señaló Emiliano Vecchio tras el 2-1 ante Cobreloa, apuntando de paso a otro aspecto que el plantel agradeció de este nuevo cuerpo técnico: la cercanía y díalogo constante con los jugadores, muy opuesto a lo que el equipo estaba viviendo con el estilo más callado y reflexivo de Gustavo Benítez.