Corría el minuto 92 del encuentro entre Santos y Universidad de Chile. El juez del encuentro, Martín Vázquez, miró su reloj y decidió poner fin al duelo entre los azules y el "O' Peixe".

Los jugadores de Universidad de Chile se miraron y en su rostro evidenciaron la tristeza de perder la oportunidad de sumar una nueva corona internacional a sus vitrinas.

La Recopa se quedaba con el ex cuadro de Pelé y los cerca de 25 mil fanáticos celebraban un trofeo inédito para el campeón de la Copa Libertadores 2011.

En la "U" el panorama era totalmente opuesto. Los jugadores estudiantiles agradecían a los cerca de mil hinchas que viajaron a Brasil y en su rostro se evidenciaba la tristeza de no haber conseguido el objetivo. El más afectado del plantel azul era Enzo Gutiérrez, quien lloraba en el campo de juego. El ex ariete de O' Higgins fue consolado por Neymar y Arouca, además del apoyo del entrenador Muricy Ramalho.

Pero una vez que los azules ingresaron al camarín, tras la derrota por 0-2 en Sao Paulo, la charla de Jorge Sampaoli fue clara. "Nos felicitó por el partido que hicimos y nos dijo que había que enfocarse en los próximos desafíos, especialmente en la Copa Sudamericana", comentó un integrante del plantel.

El mensaje del casildense con los jugadores estudiantiles hizo énfasis en rescatar lo positivo del buen encuentro que hicieron ante Santos y ya comenzar a pensar en el desafío de la Copa Sudamericana.

Este trofeo se transformó en el último objetivo internacional de la presente temporada para el cuadro de Jorge Sampaoli, quien buscará revalidar la corona que obtuvo el 2011.

"Estamos motivados y vamos a seguir con todo", comentó un jugador estudiantil. La conversación de Sampaoli con sus dirigidos fue clave para levantar a un plantel que terminó mal anímicamente, pero que ya piensa en los desafíos que se le avecinan.

Los azules enfrentarán este sábado a Unión La Calera por el Torneo Nacional y este martes volverán a medirse en la Copa Sudamericana ante Emelec de Ecuador.