En el PS lo dan por hecho, en Cancillería no lo descartan y la Nueva Mayoría asume que tiene un nuevo precandidato. Se trata de la última jugada de José Miguel Insulza, aún agente de Chile ante La Haya, quien ya notificó a su colectividad que dejaría de lado su rol en el juicio con Bolivia para concentrarse en la definición interna de su partido para las elecciones presidenciales de 2017.
Si bien aún no concreta esa decisión, ésta fue socializada en la última reunión de directiva del PS, el lunes, lo que abrió un complejo escenario en la colectividad. Diversos personeros ya difundían ayer la definición en ciernes del ex ministro, mientras que el canciller Heraldo Muñoz se limitaba a comentar que "lo único que puedo decirles es que tengo una conversación pendiente (con Insulza)".
Esa cautela, sin embargo, dista de lo expresado en el PS, donde aseguran tener claridad, incluso, de la fecha de su renuncia al cargo de agente. "Tengo confirmación del entorno de él (Insulza) de que este jueves formalizará su abandono de su rol de agente de La Haya", lanzó ayer el diputado Juan Luis Castro. En tanto, el presidente de la Cámara, Osvaldo Andrade, relató en un punto de prensa que Insulza "tuvo la gentileza de visitarme" el lunes para informarme de esa determinación.
Sin embargo, su jugada es vista con escepticismo en algunos sectores del socialismo, que aún tienen en la memoria los abandonos políticos del ex ministro mientras ejercía la Secretaría General de la ONU: una fallida candidatura presidencial en 2009 y la idea de una postulación parlamentaria en 2013.
En medio de la expectación, el ex ministro canceló ayer un viaje a Ecuador y estuvo durante la jornada en su oficina en el centro de Santiago.
A fuego lento
Fuentes del PS apuntan a lo obvio: Insulza quiere llegar al comité central de este sábado como un presidenciable más del partido. Ese evento, una de las instancias de máxima resolución interna y que se realizará en el Sindicato de Trabajadores de BancoEstado, en Santiago, trazará las primeras directrices del camino presidencial que adoptará la colectividad.
El pleno del PS, en todo caso, será apenas el inicio de un itinerario. Según subrayan fuentes partidarias, prácticamente existiría un consenso entre las corrientes internas sobre lo inconveniente que sería tomar definiciones concretas, en particular sobre fechas para resolver mecanismos -primarias internas, consejo general o que sea zanjado por el propio comité central-, considerando los otros candidatos que se barajan en la Nueva Mayoría; y menos sobre una carta en particular. Esta postura fue concordada la noche del lunes en la comisión política.
Por lo mismo, en el PS adelantan que una de las resoluciones de mayor probabilidad será delinear un cronograma que recién comenzaría en marzo.
El objetivo, agregan las fuentes, es dejar tiempo para el desarrollo de las candidaturas de Insulza, Ricardo Lagos y Fernando Atria: ver si prosiguen en su empeño y si suben sus índices de popularidad. Este espacio les acomoda tanto a Insulza como a Atria, aseguran en el PS, pues ganarán tiempo para desarrollar sus respectivas carreras e insistir en la idea de que el partido defina a su candidato mediante una primaria interna. Por lo mismo, entre las diversas facciones socialistas han estado dialogando para llegar al encuentro del sábado con la postura común de dejar las resoluciones para el próximo año.
Ese escenario es funcional, además, para quienes en la colectividad se han mostrado proclives a la candidatura de Alejandro Guillier (ind.-PR), porque se evitaría que el PS se cuadre con un postulante socialista que, después, pueda no repuntar en las encuestas. Para eso también es clave el resultado del sondeo del CEP de diciembre.
De hecho, el vicepresidente Camilo Escalona -uno de los defensores iniciales de la candidatura de Lagos y que en un principio pidió en privado acelerar la definición interna- ya ha manifestado en el partido su voluntad de que el PS se tome el tiempo necesario.
Este escenario, sin embargo, no acomodaría a Lagos. Muestra de ello fue la ofensiva iniciada por su entorno para que el PPD lo nominara como el candidato oficial del partido que fundó a fines de los 80, arremetida a la cual la mesa partidaria finalmente se negó.
Para el caso del PS, además, Lagos tiene otras dificultades. Si bien el ex mandatario asegura ser militante socialista, en el partido dicen que tiene una acotada ascendencia en las bases. Incluso, habría sectores que estarían analizando la posibilidad de que Lagos acredite formalmente su pertenencia al PS. Ayer, en todo caso, el ex mandatario fue consultado sobre una posible participación en una primaria interna del partido, a lo que respondió que "habrá que ver lo que ellos resuelven, pero en principio no veo por qué no lo voy a hacer".
Sin embargo, en la colectividad apuestan a que el ex Presidente obviará las formalidades partidarias y llegará con su candidatura hasta las primarias de junio de la Nueva Mayoría. En todo caso, para eso debe ser patrocinado por las colectividades. Algo de esto dejó entrever ayer el secretario general del PS, Pablo Velozo. "Si Ricardo Lagos decide participar como independiente, va a tener la venia de todos los partidos para participar en esas primarias, nadie lo va a evitar (…). La pregunta es si el PS tomara la decisión de usar cualquier mecanismo democrático, él participaría en eso. Esa pregunta hay que hacérsela a Lagos", dijo.