Histórico

La enfermedad por la que Hitler pudo perder la II Guerra Mundial

Un nuevo estudio afirma que muchas de las decisiones fallidas del Führer tuvieron directa relación con el Parkinson, que generó en él un carácter temerario y violento.

No son pocas las versiones que afirman que hacia el fin de sus días, Adolf Hitler comenzó a manifestar un leve pero perceptible temblor en su mano izquierda, hecho que con el tiempo se ha vinculado con la enfermedad de Parkinson y que ha sido documentado en grabaciones de la época y varias películas.

Sin embargo, además de la evidente incapacidad progresiva en el movimiento, la dolencia también ha sido asociada con alteraciones en la función cognitiva y la expresión de las emociones.

Y de acuerdo a un nuevo estudio, la enfermedad pudo influir negativamente en la capacidad del Führer para tomar decisiones importantes, incluso llegando a sugerir que por esta causa perdió la Segunda Guerra Mundial.

La investigación, realizada por el neurólogo Raghav Gupta y publicada en World Neurosurgery toma como base el hecho que los historiadores afirman que ya en 1933 existían indicios de la presencia del Parkinson en Hitler, y que sus efectos fueron en aumento hasta su muerte en 1945.

De acuerdo a Gupta, la enfermedad pudo provocar en Hitler la toma de decisiones impulsivas, violentas y temerarias, llevando por ejemplo a atacar Rusia prematuramente a pesar de no tener refuerzos de otros países, sin finalizar la guerra contra Gran Bretaña y sin considerar lo amplio del territorio.

Asimismo, el estudio detalla otras decisiones erradas, como la negativa de retirar a las tropas en Stalingrado sin tomar en cuenta las miles de muertes, o no defender de forma adecuada las playas de Normandía en 1944.

La investigación también afirma que el "temperamento volátil" de Hitler aumentó con la enfermedad, aunque no las vincula directamente con los asesinatos de judíos. En tal caso, considera que el Parkinson influyó exagerando su carácter desprovisto de empatía y remordimiento.

Aún así, algunos investigadores descartan la hipótesis, ya que en 1923 Hitler intentó en Munich un golpe de estado por el cual terminó procesado y condenado a prisión, y se cree que no estaba aquejado de la enfermedad.

Asimismo, otros señalan que el Parkinson de Hitler más bien pudo ser una condición conocida como encefalitis de Von Economo, una inflamación del cerebro que puede ocurrir después de una infección, y que el Führer recogió en la epidemia de gripe de 1918, que mató a 50 millones de personas.

Fuente: Discover Magazine, World Neurosurgery

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