La ciudad de Melilla, enclave español ubicado al noroeste de Africa, junto al mar de Alborán y frente a las costas de Granada y Almería, se ha posicionado últimamente en el ámbito turístico como un destino "emergente" y "de calidad" dentro de un mercado que busca nuevas perspectivas para seguir atrayendo visitantes.

Así lo aseguró hoy el director general del Instituto de Turismo de España (Tourespaña), Antonio Bernabé, de visita en la ciudad para supervisar los primeros pasos del plan de competitividad "Melilla, la España africana".

Acompañado por el delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, y por el viceconsejero de Turismo, Javier Mateo, Bernabé visitó la antigua ciudadela de Melilla la Vieja, en donde se van a llevar a cabo una serie de acciones de dinamización.

El responsable de Tourespaña elaboró un proyecto que se va a realizar de forma conjunta entre la Secretaría de Estado de Turismo y la Ciudad Autónoma española.

Según Bernabé, el plan de competitividad supone una "magnífica apuesta" que permitirá a la Ciudad Autónoma convertirse en un destino turístico "sostenible, de calidad y singular", por lo que destacó la colaboración existente para su ejecución.

Además de la apuesta de las administraciones, subrayó la necesidad de que haya una disposición de toda la ciudadanía, tanto de los residentes como de los comerciantes y hosteleros, para lograr la consolidación de la ciudad como destino.

Las actuaciones que se realizan no sólo ayudan a atraer más turismo, sino que posibilitan la recuperación de partes importantes del patrimonio histórico-artístico de la ciudad, como es una actuación que se realizará en Melilla la Vieja.

El director de Tourespaña destacó la singularidad que se vive en Melilla, derivada de su riqueza cultural, reflejada en la convivencia de sus culturas en un pequeño territorio.