La estrategia de Rafael Nadal para mantener viva la motivación

El español vivió sus siete meses de ausencia del circuito de la ATP entre videos e historias de superación. Durante este período no tuvo descanso y siempre estuvo activo.




C. González y F. Siredey, Viña del Mar

La motivación siempre ha sido un aspecto fundamental en la carrera de Rafael Nadal. Desde muy pequeño, su tío y entrenador, Toni, le ha inculcado la lucha y perseverancia como factores vitales para su carrera deportiva. Desde la premisa de nunca dar las cosas por perdidas, el manacorí mantuvo las ganas en los siete meses que estuvo inactivo.

Ninguno de los días en que estuvo ausente, el siete veces campeón de Roland Garros dejó de trabajar. Si bien no podía hacer trabajos en la cancha, sí realizó múltiples ejercicios de rehabilitación en la rodilla izquierda, la zona afectada por el Síndrome de Hoffa, que padeció.

Para hacer más llevadero el largo período de inactividad, su técnico fortaleció su motivación a través diversos ejemplos históricos, como la historia de supervivencia de los rugbistas uruguayos que se estrellaron en la Cordillera de los Andes en 1972.

Sobre esta historia, "Rafa" conoce bastante, pues compartió con Nando Parrado, uno de los sobrevivientes del fatídico vuelo, en un congreso en 2011 (apadrinado por él y organizado por Toni), sobre la importancia de la superación en la vida. En esa ocasión, el balear estuvo acompañado también por Pablo Pineda, el primer estudiante europeo con síndrome de Down en alcanzar un título universitario, y Pedro García Aguado, campeón del mundo de waterpolo, quien dejó atrás su adicción a las drogas.

Asimismo, Toni Nadal alentaba a su sobrino a seguir adelante, poniéndole otros ejemplos que le ayuden a valorar la vida y todo lo que ha conseguido. Así, le habló sobre la durísima situación económica que afecta a millones de españoles. Ellos también estaban en un "paro" obligatorio, aunque a diferencia de ellos, "Rafa" estaba en una situación privilegiada.
 

Los videos

Otra de las actividades que ocupó buena parte del tiempo del tenista fue el estudio de videos, con sus hazañas, pero también con sus tropiezos. De hecho, en octubre del año pasado subió un compacto a sus cuentas de Twitter y Facebook, llamado "Algún día volveré", y que empezaba con imágenes del 28 de junio, cuando había jugado ante el checo Lukas Rosol su último encuentro antes de parar. Ahí también se muestran escenas de otras lesiones, como la que sufrió en el Abierto de Australia 2010, y que lo tuvo un mes sin jugar.

En esta larga espera también recordó sus hazañas viendo otros videos, algo que repitió el sábado, minutos antes de disputar su partido de semifinales ante el francés Jeremy Chardy.

En ese momento, mientras esperaba su turno para salir a la pista central del Club Naval Las Salinas, observó atentamente la final de Roland Garros del año pasado, donde superó al serbio Novak Djokovic. Eso sí, este episodio fue fortuito, ya que en ese instante estaba sintonizado el televisor en la cadena ESPN, que estaba emitiendo dicho encuentro.

Más allá de estos métodos motivacionales, el mallorquín afirma que "mi única motivación es competir, más allá de los resultados". Y en esta línea se mantuvo durante este largo lapso, mientras que su entrenador siempre resalta que "la motivación es más importante que la capacidad".

Esta semana demostró en Viña del Mar que este sacrificio no fue en vano y que el hambre y las ganas están más vigentes que nunca, para ir en busca de su octavo Roland Garros y volver en el corto plazo al número uno del mundo.

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