EL jueves en la tarde, el Presidente Sebastián Piñera -que había aterrizado el miércoles en Santiago tras 7 días fuera, con motivo de la Cumbre Apec en Tailandia- se reunió con el comité político de ministros. En la ocasión, se revisó la agenda del Mandatario, marcada por salidas a regiones, y se conversó la necesidad de reforzar el apoyo a la candidatura presidencial de Evelyn Matthei.
El diálogo del jueves, dicen en el oficialismo, está lejos de ser el único en ese tenor durante los últimos días. La coordinación entre los ministros Andrés Chadwick (Interior), Cristián Larroulet (Segpres), Cecilia Pérez (Segegob) con el jefe de campaña Joaquín Lavín y la vocera del comando, la senadora RN Lily Pérez, se ha ido incrementando progresivamente. Todo como parte de lo que varios en el sector llaman una estrategia de "shock" contra el tiempo, en el último mes de campaña previo a los comicios del 17 de noviembre.
Como preocupación central, tanto en La Moneda como en el comando oficialista, definieron dos líneas gruesas de acción. Primero, traspasar el respaldo del gobierno a la candidatura. Según la encuesta Adimark conocida el miércoles, Piñera tiene un respaldo de 37%, mientras que las cifras manejadas de manera interna en la Alianza entregan a Matthei entre 25% y 30%. Esto, en momentos que Bachelet mantendría niveles de respaldo sobre el 40%.
En segundo lugar, quizás más complejo y delicado que el punto anterior, es necesario combatir lo que varios califican como desánimo y desapego interno ante el despliegue de la candidata. Hace dos semanas, cuando Matthei fue hasta el Congreso para tomarse fotografías de campaña con los diputados UDI, les hizo ver -en tono de broma- que algunos no estaban privilegiando la propaganda en que aparecían con ella.
En todo caso, en el gobierno y el comando la molestia sobre este tema apunta más hacia RN. Debido a razones personales, el timonel Carlos Larraín estuvo las últimas dos semanas en Magallanes. El sábado pasado, el candidato a senador por Santiago Poniente Andrés Allamand se ausentó de una actividad masiva de Matthei en Estación Central.
El lunes, tras la reunión en La Moneda entre los ministros políticos y las cúpulas de la Alianza, el jefe de bancada de los diputados RN, Pedro Browne, evitó criticar las 50 medidas para sus eventuales primeros tres meses de gobierno, presentadas por Michelle Bachelet sólo minutos antes. Esto, pese a que el acuerdo de la cita había sido resaltar -tal como lo mencionaba una minuta elaborada por el Ejecutivo- varias promesas incumplidas de la ex mandataria.
El rol de RN fue abordado el martes por el timonel UDI, Patricio Melero, en una conversación con Carlos Larraín, antes de que ambos dieran una señal de apoyo a Matthei en una rueda de prensa conjunta, actividad coordinada con Lavín. Según fuentes gremialistas, durante el diálogo de ese día, el presidente de la tienda de Antonio Varas descartó ante su par UDI motivaciones políticas, comprometió una actitud más proactiva y señaló otros problemas para un despliegue mayor de campaña, como la falta de fondos en el partido.
Desde la bancada de diputados RN reclaman que ha habido poca coordinación con el comando presidencial. Además, tanto en los partidos como algunos integrantes del equipo de Matthei señalan que la estructura de comandos regionales de campaña no ha funcionado al cien por ciento. Todo esto, sumado al análisis de algunos candidatos al Parlamento de que los niveles de respaldo de Matthei en las encuestas no potencian sus propias plataformas electorales, han ido contribuyendo con el pesimismo en el sector.
Es justamente este cuadro el que debe romperse, dicen en la Alianza, en las cuatro semanas de campaña que restan. Aunque se da por descontado que no hay espacio para alcanzar a Bachelet en las encuestas, la tarea apunta a consolidar la idea de una segunda vuelta, subiendo hasta el piso histórico de votación de la Alianza, cercano al 40%. Tarea compleja, reconocen, no sólo por las espaldas electorales de Bachelet, sino también por la presencia del candidato independiente Franco Parisi, que ha captado respaldos en el sector de alrededor del 10%.
Además, de acuerdo a sondeos internos, en algunas regiones La Moneda tiene una aprobación cercana al 50%, pero Matthei aún no es identificada con claridad como la candidata oficialista.
Como sea, la estrategia -agregan en el oficialismo- debe tener un actor clave: el Presidente Sebastián Piñera. No sólo porque el gobierno en su conjunto debe intentar ordenar al sector, buscar traspasar su respaldo e inyectar optimismo a una alicaída campaña, sino porque también el Mandatario tiene, a juicio de varios en el oficialismo (sobre todo la UDI), saldo en contra: su activo rol durante los 40 años del Golpe de 1973, con críticas en materia de DD.HH. a los "cómplices pasivos" que participaron en el régimen de Augusto Pinochet dividieron al sector y opacaron la campaña presidencial. "Piñera tiene ahora una mayor responsabilidad sobre el resultado de la elección", dijo Melero el domingo pasado. "Es esa máxima la que el Presidente debe desterrar, haciendo el máximo esfuerzo para respaldar a Evelyn", dice un integrante del comando.
Despliegue oficialista
Hoy, el alcalde de Estación Central, Rodrigo Delgado, será el anfitrión de un desayuno junto a Evelyn Matthei y Cecilia Morel. Según dicen en La Moneda, la primera dama se comprometió con el comando a asumir un rol activo en campaña, acompañando a la abanderada a actividades en terreno e incluso fuera de Santiago. La semana pasada, Morel estuvo con Matthei en un acto masivo en Estación Central.
El rol que asumirá la primera dama -cuya aprobación, dicen en La Moneda, es cercana al 70%, de acuerdo con sondeos internos- es sólo uno de los elementos de la ofensiva del Ejecutivo para buscar traspasar sus niveles de apoyo a la ex ministra. En este diseño, de hecho, será el propio Presidente quien asumirá un rol capital: desde el comando han insistido en la necesidad de que Piñera encabece actividades públicas junto a Matthei, fuera del horario de trabajo, para evitar cuestionamientos desde la oposición y la Contraloría.
Así, por ejemplo, la idea es que el lunes en la noche asista junto a Morel a una masiva cena en el Círculo Español, cuya única oradora será Matthei. El jueves en la tarde, en el comando presidencial revisaban uno por uno los nombres de ministros, subsecretarios, jefes de servicio, parlamentarios y candidatos al Congreso que estarán el lunes en dicho encuentro. "Es necesario dar muestras de unidad y de que estamos activos", dicen desde el equipo de campaña, donde apuestan porque esta cita permita motivar a los equipos de la Alianza.
En La Moneda admiten que hay una larga lista de alternativas por zanjar sobre actividades o encuentros en que el Mandatario podría hacer gestos a la candidatura del sector o instar a la Alianza a trabajar con mayor ahínco. Un desayuno en la residencia del Presidente en Las Condes ha sido una de las fórmulas comentadas en los días previos. También, algún encuentro en Cerro Castillo con las cúpulas partidarias.
El Presidente, además, descartó viajar a Panamá la próxima semana a una Cumbre Iberoamericana y optó por redoblar sus salidas a regiones: hoy llegará a Copiapó, donde mañana encabezará un acto de aniversario por el rescate a los mineros, al que asistirá Laurence Golborne. El lunes estará en Calama, la semana subsiguiente en Magallanes -donde junto al ministro de Vivienda, Rodrigo Pérez Mackenna, entregará nuevas viviendas y subsidios habitacionales- y el 23 de octubre en Concepción, donde también entregará viviendas del plan de reconstrucción, inaugurará el memorial por el 27/F y lanzará el plan Plaza Segura.
Todas estas zonas, dicen en el oficialismo, están en riesgo de posibles doblajes senatoriales opositores.
La compleja situación en cuanto a doblajes fue analizada en el almuerzo de directiva del lunes pasado en la UDI. Ahí se acordó un despliegue especial, con figuras de la colectividad, para reforzar a Manuel Rojas, en Antofagasta; Gonzalo Uriarte, en Coquimbo; Jacqueline van Rysselberghe, en Concepción, y Marinovic, en Punta Arenas. En el comando, sin embargo, algunos son más pesimistas, pues creen que tanto la Segunda Región como la Duodécima tienen altas posibilidades de doblaje opositor.
La propia Matthei, de hecho, visitó el jueves Coquimbo, donde Uriarte (UDI) y Mario Bertolino (RN) enfrentan una dura contienda ante Jorge Pizarro (DC) y Adriana Muñoz (PPD). El lunes pasado, la ex ministra había estado en Punta Arenas para reforzar el trabajo ante la dupla de la Nueva Mayoría, integrada por Carolina Goic (DC) y Pedro Muñoz (PS), a la que se suma el independiente Carlos Bianchi: todos ellos complican la postulación de Miodrag Marinovic, en cupo RN. Sin embargo, el escenario que la ex senadora gremialista encontró fue de intensa división: Marinovic rehusó aparecer junto a las candidatas a la Cámara Baja en Punta Arenas, forzando a Matthei a tener agendas paralelas para estar con todos los candidatos.
En paralelo, Matthei realizará actos masivos fuera de Santiago: la próxima semana el lugar será la Quinta Región y luego, en la Sexta Región.
Todo el despliegue en terreno y la idea de acercar a La Moneda a Matthei habían sido debatidos hace cerca de 15 días, en conversaciones entre los ministros Chadwick y Larroulet y el generalísimo Joaquín Lavín. La primera semana de octubre, aprovechando la Semana de la Pyme organizada por Economía y coordinada por la Segegob, se desplegaron varios ministros por 13 regiones.
En esos diálogos, además, se definió que La Moneda impulsaría en el Congreso los proyectos sobre seguridad ciudadana, como la ley con castigos a los "encapuchados" y la que contiene sanciones por el maltrato verbal contra Carabineros.
En el gobierno admiten que este diseño inicial se vio opacado por el cierre del penal Cordillera y los últimos episodios del debate sobre el "11", con críticas desde la UDI al Mandatario. Sin embargo, la estrategia fue retomada con fuerza luego de que Matthei presentara, la semana pasada, su programa de gobierno, el que fue revisado en detalle por el ministro Larroulet.
Así, en Palacio evaluaron positivamente la polémica instalada sobre la postergación de la entrega del programa de la ex gobernante y su decisión de no asistir al debate organizado por la Asociación Nacional de la Prensa en Coquimbo. El martes, Melero y Carlos Larraín lanzaron duras críticas a la ex presidenta, las que fueron respondidas esa misma tarde por los presidentes del PS, PPD, DC y PC desde el Congreso. "Al fin, gatillamos una respuesta del bacheletismo", decían en Palacio.
La idea de remarcar la ausencia de programa de Bachelet había sido discutida el lunes en el comando de Matthei, donde algunos, como el senador Alberto Espina (RN), plantearon en tono crítico que, hasta el momento, no se había apuntado con fuerza a "desnudar" las falencias de Bachelet en cuanto a contenido, comparando sus actuales promesas con las medidas adoptadas por ella durante su primera administración.
Más allá de este debate, el tema de fondo -comentan varios en el oficialismo- es cuánto modificará el escenario el impulso que busca dar La Moneda. Y si, más allá de los efectos, el esfuerzo del Presidente bastará para desterrar las críticas en su contra ante una eventual derrota.