Lleva casi cinco meses en el Elíseo y prácticamente no duerme. El Presidente francés, Emmanuel Macron, de 39 años, tiene sorprendidos a sus propios colaboradores por su frenético ritmo de trabajo. Según el semanario L'Express, el mandatario mantiene reuniones hasta altas horas de la noche e incluso envía mensajes de texto a sus ministros en la madrugada.
Se comenta, además, que Macron solo necesitaría tres horas para descansar. Actualmente, lo mantienen ocupado las reformas que intenta llevar a cabo en su país, especialmente la laboral, que ha provocado un fuerte golpe a su imagen y una drástica caída en las encuestas. Macron asumió con más de un 60% y ahora posee un 44% de respaldo según Ifop. Al mismo tiempo, la semana pasada fue criticado por unos dichos considerados como desafortunados por un supuesto "menosprecio" a la clase trabajadora francesa.
Sin embargo, Macron insiste en su ritmo acelerado y no sólo por sus reformas, sino porque también tiene en la mira el futuro de la Unión Europea.
A fines de septiembre, el jefe de Estado francés dio un discurso en la Universidad La Sorbona en París, donde expuso ampliamente sus propuestas para "refundar" la comunidad política europea. Su intención se basa en que si no son los propios europeístas quienes refunden la UE, lo terminarán haciendo "los que prometen el odio, las divisiones y el repliegue nacional".
Con esto, Macron apuntó al Frente Nacional y a Marine Le Pen, a quien derrotó en las elecciones de este año; al Brexit y también al éxito de la extrema derecha en las elecciones alemanas.
La misión que se ha encargado él mismo para "refundar" la UE pareciera indicar que Macron busca consolidarse como el nuevo líder del bloque, en reemplazo del histórico rol que ha jugado Angela Merkel.
Sin embargo, los analistas difieren, en parte, de ese supuesto. "Macron quiere estar a la cabeza de la UE pero con otros, quiere revivir la visión para Europa y ver si puede encontrar aliados en Italia, en Alemania. No quiere estar solo", dice a La Tercera Célia Belin, analista de Brookings Institution.
Lo mismo sostiene Yann-Sven Rittelmeyer, analista político del European Policy Center: "Él sabe que no puede actuar por sí solo a la cabeza de la UE. Tiene que hacer una alianza con Alemania. Macron ya tiene un capital político en la escena internacional y europea que quiere usar, y quiere posicionarse a la cabeza de las reformas pero sabe que no podrá hacerlas solo".
Presupuesto común
Algunas de las propuestas de Macron para la UE son un presupuesto común que sea controlado por un ministro de Finanzas y por el Parlamento Europeo. Según dijo Rittelmeyer a La Tercera, este presupuesto común ayudaría a sostener nuevas inversiones en la UE. También, el mandatario francés mencionó otras propuestas como la creación de una fuerza de intervención, una doctrina militar común, una academia europea de espionaje y una oficina europea de asilo, entre otras.
La viabilidad de sus propuestas dependerá de si logra tener a Alemania como aliado, lo que aún está en duda hasta que se consolide el nuevo gobierno de Merkel.
"Actualmente, en particular los liberales alemanes, que probablemente van a entrar a la coalición de Merkel, no quieren ninguna de las cosas que propuso Macron, o sea el ministro de Finanzas y el presupuesto común son cosas que en Alemania son muy criticadas. No hay una intención para que esto se haga realidad", asegura a Antoine Maillet, doctor en Ciencia Política de Sciences Po París y académico de la U. de Chile.
Para el analista, la misión de Macron se basa en intentar imponer un liderazgo que lo ayudaría a encontrar apoyo para sus reformas locales. "Macron en particular tiene intereses domésticos de aparecer en Francia como alguien que toma iniciativa. Su popularidad ya ha bajado bastante, entonces ahí puede mostrar cierta capacidad de iniciativa en el escenario internacional".
Célia Belin también apunta a que Macron busca reavivar la "máquina franco-alemana" en el bloque, ya que al estar impulsando "reformas tan fuertes domésticamente -liberalizando la economía-, al mismo tiempo debe proveer a los ciudadanos franceses de protección a nivel europeo". Según la analista, esto sería posible con un Macron que demuestre que "se preocupa por las diferencias de impuestos entre los Estados europeos, que quiere nivelar y llevar a un campo común a la Unión Europea, para así, al mismo tiempo, vender sus reformas internas en Francia".