Grupo BTG Pactual, el banco de inversiones brasileño que redujo su fuerza laboral en 2016 y vendió activos para sobrevivir a una crisis de liquidez, está invirtiendo en Chile con planes de comenzar a otorgar financiamiento.

Rodrigo Oyarzo ingresó a BTG para dirigir la nueva división de créditos, según Juan Guillermo Agüero, máximo ejecutivo de BTG para Chile. La idea es usar en Chile la licencia bancaria de la compañía con sede en São Paulo, obtenida en 2014, con el fin de otorgar préstamos más "estratégicos" a clientes en fusiones y transacciones de los mercados de capitales, explicó Agüero.

BTG eliminó unos cien puestos de trabajo en Chile, o el 25% de su fuerza laboral local, después que el fundador y ex CEO André Esteves fue detenido en noviembre de 2015 con relación a un escándalo de corrupción en Brasil. Esteves, que obtuvo el beneficio de arresto domiciliario en diciembre de 2015 y fue liberado en abril, negó a través de sus abogados haber cometido irregularidades.

"A raíz de lo de Esteves, se decidió poner el banco en Chile en pausa hasta que el tema de Brasil se resolviera completamente y estuvieran las condiciones de mercado para emitir depósitos, financiar el banco y prestar plata", dijo Agüero. "Pero al ya estabilizarse lo de Brasil y el tema Esteves dejar de hacer ruido pensamos que era el momento para relanzar nuestro banco en Chile a fin del año pasado", agregó.

Entre los ejecutivos que salieron durante la crisis se encuentran cuatro de los seis socios fundadores de la administradora de fondos chilena Celfin Capital SA, que fue adquirida por BTG en 2012, incluido Alejandro Reyes. Este creó su propia compañía de gestión de activos y patrimonio, Toesca, junto a Carlos Saieh, ex máximo ejecutivo de la división local de gestión de activos de BTG.

BTG ha reconstruido su equipo chileno con la contratación de Fernando Massú como presidente del directorio y Pablo Bello, Andrés Navarrete y Tomás González en renta variable, Joaquín López en renta fija e Ignacio Guarda en finanzas empresariales.

"De contrataciones, estamos siendo muy selectivos para ciertos negocios que queremos desarrollar o áreas que queremos fomentar con más fuerza", señaló Agüero. "Hay un apalancamiento operativo –creemos que podemos hacer más y mejor con lo que tenemos", precisó.

En Brasil, BTG acordó comprar el 70% de Enforce Gestão de Ativos SA, proveedor de servicios relacionados con la recuperación préstamos corporativos en mora y carteras de propiedades en dificultades. La compañía cuenta actualmente con unos 50 empleados y el plan es contratar 20 más en los próximos meses, dijo en entrevista telefónica el director de finanzas João Dantas. El banco apunta a invertir 1 millón de reales (US$324 millones) de capital propio en préstamos corporativos en mora, declaró Alexandre Câmara, responsable de situaciones especiales, en una entrevista en octubre de 2016.

Con el alza de los precios de las materias primas y mejores perspectivas de crecimiento en América Latina, la región ha sido testigo de un aumento de la inversión extranjera, que probablemente ayude a mejorar el negocio de los bancos de inversión, según Agüero.

"Hay un renovado interés de los inversores extranjeros, lo que explica por qué las compañías están pensando en hacer OPIs, aumentos de capital y ventas de bonos", dijo Agüero. "Hay un resurgimiento en los mercados de capitales después de dos años muy débiles".

Los activos de fondos comunes de inversión de BTG, que cayeron 46% en los dos meses posteriores a la detención de Esteves, repuntaron desde apenas $464.800 millones en julio a $666.200 millones (US$1.040 millones) a fines de enero, según la asociación de fondos de inversión del país. En octubre de 2015 los fondos alcanzaban los $990.400 millones.