Mientras Joaquín "El Chapo" Guzmán pasa sus días en una cárcel de máxima seguridad en la ciudad de Nueva York, el cartel de Sinaloa intenta sobrevivir sin su liderazgo en México, en medio de sendas disputas de su cúpula.
Con el narco más buscado del mundo fuera de juego, la guerra se ha desatado en distintos frentes, poniendo al futuro del cartel de Sinaloa en un escenario incierto, según los analistas mexicanos. La captura de Guzmán, en enero de 2016, dejó un vacío de poder que desató una sangrienta disputa entre los otros grupos armados que buscan aprovechar el momento y también entre varios de los líderes del cartel de Sinaloa.
Pero fue su extradición a Estados Unidos, el 19 de enero, lo que provocó una nueva ola de violencia en México, especialmente dentro de lo que se conoce como el "Triángulo Dorado", una zona compartida por Sinaloa, Chihuahua y Durango, conocida por sus cultivos de marihuana y amapola.
Según un recuento del diario mexicano La Jornada, en los primeros 45 días del año, se registraron 140 asesinatos en el estado de Sinaloa, donde en 1989 nació el cartel de que hoy domina parte importante del narcotráfico en el país.
Desde que el entonces Presidente Felipe Calderón lanzara en 2006 la guerra contra el narco, se estima que 170 mil personas han perdido la vida en acciones relacionadas con el crimen organizado.
Según el Sistema Nacional de Seguridad Pública, los asesinatos se habrían multiplicado en todo el país al menos seis veces en enero pasado en relación al mismo mes de 2016.
Los hijos de Guzmán, Iván y Alfredo, los llamados "Chapitos", aún controlan el cartel de Sinaloa. Cuentan, por ahora, con el respaldo de su tío Aureliano Guzmán Loera y de Ismael Zambada García, que con "El Chapo" en prisión, es actualmente el líder más importante de la organización.
Pero según especulan algunos diarios locales, los hijos de Guzmán no tendrían la misma sintonía que el capo con Zambada y dentro del cartel habrían surgido diferencias sobre cómo manejar el nuevo escenario.
Una de las amenazas más latentes proviene del cartel de los hermanos Beltrán Leyva, que desde la última captura de "El Chapo" ha intentado quedarse con parte del territorio dominado por sus pares de Sinaloa.
Pero la violencia también ha estallado desde el propio cartel de Sinaloa, donde algunos grupos han intentado convertirse en amos y señores, aprovechando la ausencia de su líder histórico.
Según la cadena BBC, dentro de las riñas internas habrían dos bandos. Por un lado los hijos de Guzmán y familiares directos. Por el otro lado estaría el grupo encabezado por Dámaso López Serrano, un antiguo colaborador del capo.
El poderío del cartel de Sinaloa no es menor: opera en 50 países, controla el narcotráfico en California, Nuevo México y la costa oeste de Estados Unidos.
No obstante, en México habría perdido territorio en el estado de Guerrero, aunque sigue liderando gran parte del noroeste del país. Según el diario The New York Times, sus ganancias serían similares a las de empresas tecnológicas como Facebook y Netflix.
Por lo mismo, la violencia está lejos de disminuir en Sinaloa, pero también en otras ciudades clave para el narcotráfico mexicano, como Jalisco.