Universidad de Chile optó este semestre por utilizar solo dos cupos de refuerzos de los cuatro permitidos. El argentino Matías Caruzzo y el uruguayo Rodrigo Mora fueron presentados en La Cisterna, con la promesa de ser parte de la nueva columna vertebral que le daría categoría al equipo. El plan era que, con su experiencia, los rioplatenses ayudarán a mejorar una faceta en que Azul Azul está al debe en el último tiempo, al menos en lo que a materia de contrataciones respecta.
Y partieron pisando fuerte. Por un lado, un ex Boca Juniors marcaba presencia en el sector defensivo, y parecía ser la alternativa perfecta para tomar el liderazgo en la línea de tres que propuso Cristián Romero. En el otro, un ex River Plate mostró sus credenciales con una vistosa chilena en Copa Libertadores en su primer partido como titular. Hasta ahí, todo más que bien.
Pero la tendencia no se mantuvo, y los dos refuerzos azules se sumaron al pobre y errático andar del cuadro universitario. Sus presentaciones en los últimos partidos, y en particular la estrepitosa caída ante Cruzeiro, marcan el punto más bajo de sus rendimientos, y ya comienzan a generarse justificadas dudas acerca de su real jerarquía.
Caruzzo es quien está más expuesto a las críticas. El fondo estudiantil exhibe profundas fallas que han permitido a los rivales dañar fácilmente, y ya se acumulan quince goles en contra desde que el "Relojito" está en la banca, diez en los últimos tres partidos. El trasandino corre con responsabilidad, ya que no ha logrado la coordinación adecuada con Osvaldo González y José Rojas, y de hecho aporta más al desorden colectivo, que al la consolidación de la última línea.
En tanto, Mora no ha podido ratificar el prometedor inicio que tuvo. Sus buenos minutos ante Deportes Antofagasta le valieron la titularidad en el encuentro de ida ante Guaraní. Ahí, se graduó de figura con un golazo de preciosa factura. Sin embargo, su nivel fue decayendo progresivamente, partido a partido, y tanto así que dejó de ser fijo en el esquema, y no suma más anotaciones ni en Libertadores, ni en el plano local.
De seguro, una situación que no se esperaba en la tienda azul, que esperaban contar con piezas que permitieran ilusionarse con la participación Copa Libertadores, tomando la experiencia y el roce internacional con el que cuentan. Ambos debutaron el 2008 por el torneo continental, y suman más de dos mil minutos en cancha cada uno.
El próximo desafío de Universidad de Chile será ante Unión Española, que viene de realizar un gran partido ante Botafogo por el mismo torneo. Será una nueva posibilidad para Caruzzo y Mora de demostrar por qué llegaron a reforzar a un equipo que quiere volver a ser campeón.