El hallazgo fue publicado en la revista Nature y pertenece a investigadores del Albert Einstein College of Medicine de Nueva York, quienes descubrieron que en el hipotálamo hay una suerte de interruptor molecular, una proteína indicada con la sigla NF-kB, hasta ahora conocida como "guía", que ayuda a las células a reaccionar a los estímulos negativos externos, coo estrés, radicales libres y rayos ultravioletas.

"Nuestro estudio indica claramente que muchos aspectos del envejecimiento son controlados por el hipotálamo. Lo que entusiasma es, agregó, que al menos en los ratones se puede desacelerar el envejecimiento, aumentando la longevidad".

"Los ratones, dijo Cai, mostraron una recuperación en las dimensiones y la fuerza de los músculos, en la delgadez de la piel y en la habilidad para aprender". 

El hipotálamo es la parte más primitiva del cerebro de los mamíferos: está en la zona central comprendida entre los dos hemisferios cerebrales y se considera de crucial importancia en el control de un gran número de funciones vitales, como el control del apetito, el crecimiento, el metabolismo, la reproducción y la sexualidad.