¿Es momento de endurecer la política monetaria ultraflexible que ha dado sostén a la reactivación de la economía de Estados Unidosâ La Reserva Federal (Fed) se reúne el martes y miércoles en Washington para responder a esta pregunta que atormenta a los mercados y divide a los expertos.
Antes de hacer público su veredicto el miércoles, los miembros del Comité de Política Monetaria de la Reserva Federal (FOMC) examinarán la reciente recuperación de la economía estadounidense para evaluar si llegó la hora de frenar las inyecciones masivas de liquidez al mercado.
Desde enero, la Fed compra mensualmente bonos del Tesoro y títulos hipotecarios por US $85.000 millones , con el objetivo de sostener la actividad económica.
Además mantiene desde 2008 su tasa de interés de referencia próxima a cero, y se espera que continúe haciéndolo en el mediano plazo, contribuyendo a una política de "dinero fácil" que hace las delicias de Wall Street, pero alimenta los temores sobre una posible burbuja financiera.
Esta política parece estar funcionando. La tasa de desempleo cayó en noviembre a su nivel más bajo en cinco años (7%), mientras que el Producto Interno Bruto creció un 3,6% en proyección anual en el tercer trimestre, una aceleración neta en comparación a los tres trimestres precedentes.
Por si esto fuera poco, la incertidumbre presupuestaria en Estados Unidos, señalada continuamente por la Fed, está en vías de ser parcialmente resuelta con el logro de un acuerdo en el Congreso que aleja el fantasma de una nueva parálisis gubernamental.
En este contexto, se ha forjado en las últimas semanas un fuerte consenso: la Fed reducirá sus inyecciones de liquidez. Pero la cuestión de en qué momento y a qué ritmo lo hará permanece en suspenso.
James Bullard, integrante del FOMC y presidente de la Fed de Saint Louis (Misuri), llamó el lunes a una "pequeña reducción" para reflejar la mejora del mercado del trabajo, pero se cuidó de no hacer comentarios sobre los tiempos.
Durante la reunión anterior, a finales de octubre, los miembros del FOMC dijeron que habría un cambio "en los próximos meses", alimentando constantes especulaciones.
Zonas de fragilidad
Según diferentes sondeos, una gran mayoría de expertos apuesta a una continuación de la política monetaria actual tras la reunión de la próxima semana.
"No hay razones para reducir" la ayuda, dijo Joel Naroff, de Naroff Economics Adviser. "Los datos mejoran y el acuerdo sobre el presupuesto reducirá el impacto del impasse presupuestario sobre la economía (...) pero no es seguro que los futuros progresos en el empleo y el crecimiento sean sólidos", agregó.
La mejora de la economía contiene algunas áreas de fragilidad. El reciente aumento del crecimiento fue impulsado por un alza de los stocks de las empresas, efímeros por naturaleza, en momentos en que el consumo parece estar cayendo.
La tasa de empleo continúa en un nivel muy bajo (58,6% en noviembre), revelando que muchos estadounidenses están al margen de la población económicamente activa.
Por último, la inflación interanual cayó en noviembre (0,7%), pero sigue por encima del objetivo para el año de 2% fijado por la Fed.
"La Fed realmente quiere reducir su apoyo (...) El reciente informe sobre el empleo parece darle luz verde, pero el dato de la inflación es una piedra en el zapato", dijo el economista Tim Duy en un blog dedicado a la Fed.
La amenaza de problemas presupuestarios también podría resurgir en poco tiempo, ya que republicanos y demócratas deben acordar antes del 7 de febrero un nuevo techo de la deuda para evitar que el país entre en cesación de pagos.
Según los analistas de BBVA, la Fed deberá mostrarse "prudente" y esperar hasta la reunión de marzo para actuar, vigilando un posible "endurecimiento de las condiciones financieras".
Si esta predicción es correcta, la delicada tarea de recortar la ayuda de la Fed será responsabilidad de Janet Yellen, que reemplazará desde fines de enero a Ben Bernanke al frente del banco central estadounidense.