Los máximos responsables de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) destacaron el "éxito" del Mundial de España, y agradecieron su trabajo a la organización, además de entregar su "gratitud" a las ciudades que acogieron el torneo.
"Felicito a las autoridades. Creo que hemos puesto un gran nivel para los Mundiales en el futuro. Gracias a José Luis (Sáez, presidente de la Federación Española de Baloncesto) por el esfuerzo que hizo él y su equipo. Esta Copa del Mundo es un avance en organización", afirmó el francés Yvan Mainini, presidente de la FIBA.
La valoración final fue efectuada en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, en una comparecencia en la que Mainini estuvo acompañado por el secretario general del organismo, el suizo Patrick Baumann; y el presidente de la Federación Española de Baloncesto, José Luis Sáez.
Baumann destacó el trabajo realizado en las cuatro sedes de grupos -Granada, Las Palmas, Sevilla y Bilbao- y también en las dos sedes de las eliminatorias, Madrid y Barcelona, remarcando que "no es fácil" organizar una fase final entre dos ciudades.
"La federación española ha sido muy profesional para afrontar cualquier problema en el Mundial, pese a una tarde no tan exitosa de su equipo, mantuvieron la cabeza fría y trabajaron para que el evento fuera un éxito", dijo Baumann, en referencia a la eliminación de España en cuartos de final ante Francia.
El secretario general también mostró su satisfacción por "el desarrollo del baloncesto en todo el mundo". "Hemos visto equipos que no habíamos pensado que fueran capaces de lo que han conseguido. Eso es una muestra de que este deporte está desarrollándose en todo el mundo", dijo.
El presidente de la FEB, José Luis Sáez, destacó el objetivo de que "todo el mundo" participara de este Mundial, así como reconoció que, aunque deportivamente le hubiera gustado que España llegara a la final, la eliminación muestra la "fortaleza" de la estructura organizativa española.
"Obviamente si hubiéramos soñado desde la organización local el final que querríamos nos hubiera gustado deportivamente estar, pero la fortaleza de una estructura se muestra no sólo en el momento de la posible victoria y en la euforia del punto de vista deportivo, sino sobre todo cuando esto no se produce", dijo.
Saéz agradeció su apoyo a las ciudades organizadoras, los gobiernos autonómicos y nacional, los patrocinadores, así como los 2.300 voluntarios. También puso en valor la creación de un equipo conjunto entre FIBA y la organización para aspecto de mercadotecnia, algo que era una apuesta en esta edición.
"Hemos trabajado de una forma nueva, haciendo una unión, compartiendo riesgos e inversiones. No es algo muy visible para los medios, es menos interesante, pero para nuestra perspectiva ha sido un paso adelante interesante organizar un evento conjunto", coincidió Mainini.
El secretario general de FIBA confirmó que el organismo no tiene intención de recuperar los partidos para dirimir los puestos quinto a octavo, ya que eran "frustrantes" para los equipos; y reafirmó el "buen entendimiento" con la NBA de cara al próximo Mundial, que será en 2019.
Entre los aspectos destacados de este Mundial de España, la FIBA situó la asistencia en unos 650.000 espectadores, sin contar el partido por el bronce y la final, con una media de 8.700 espectadores por partido. Contando exclusivamente la fase de grupos fueron unos 477.617 y 8.000 por encuentro.
El partido con más espectadores fue, sorprendentemente, el Finlandia-Nueva Zelanda de la última jornada del grupo C en Bilbao, en el que los neozelandeses lograron la clasificación para octavos al ganar 65-67 a los nórdicos. Fueron 15.483 personas las que asistieron al encuentro.
También se destacó el "gran trabajo y colaboración" entre FIBA y la federación española, así como los patrocinios, los 18 meses previos de promoción o el hecho de que sea el primer Mundial con un diseño de balón específico.