Silvia, Candelaria, Julieta y Luisa se bajaron del avión y se encaminaron directo al mall Costanera Center. Llegaron temprano desde Buenos Aires y lo primero que hicieron en el centro comercial más grande de América Latina fue comprar en la tienda sueca H&M. Recién después de tres horas pensaron en comer algo. Y si bien no era la primera vez que las cuatro amigas argentinas venían a Santiago, su objetivo esta vez era principalmente comprar: "La diferencia de precios es bastante favorable", dicen casi al unísono y entusiasmadas.

Ellas, como miles de argentinos, llegan a diario a Chile en busca de mejores precios que en su país, donde los mismos productos pueden llegar a costar entre 40% y 60% más, debido a impuestos y restricciones. Según cifras de la Subsecretaría de Turismo, en 2016 los argentinos fueron los principales turistas extranjeros en el país: 2,9 millones, una cifra récord, 49% más que en 2015 y 119% más que en 2014. Y si antes la mayoría provenía de las provincias limítrofes, cada vez viene más gente de Buenos Aires.

No por casualidad los medios transandinos ya hablan de Chile como "la Miami de Latinoamérica", por su amplia oferta comercial y precios convenientes.

Tímidamente primero y ya como una tendencia clara desde 2015, tras la salida del cepo cambiario que liberó el uso de dólares y la retención a las compras realizadas en el exterior, los argentinos se han convertido en los más nuevos, frecuentes y buenos clientes de los centros comerciales chilenos, que hasta han creado programas de fidelización ad hoc. Costanera Center, que es el mall de referencia de los transandinos que vienen a comprar a Santiago, desarrolló On Tour, un plan que contempla descuentos de 20% o más en las tiendas del recinto, lo que, sumado a la diferencia de precios, favorece aún más la experiencia de los consumidores de allende los Andes.

En Parque Arauco, otro de los malls de referencia para estos compradores, la gerenta de marketing, Carmen Munita, indica que el 53% de sus visitantes extranjeros corresponden a transandinos. La prueba más gráfica del aumento de este tipo de consumidores fue en el Black Friday (25 de noviembre), donde el número de clientes de esa nacionalidad saltó 58% en comparación con 2015. "Fue una clara señal de que los turistas aprovecharon ese día de ofertas y descuentos para adelantar sus compras navideñas", dice la ejecutiva.

El mall tiene una tarjeta de descuentos orientada a turistas llamada Travellers, cuya demanda registró un alza de 40% en diciembre del 2016 respecto del mismo mes del año anterior.

Un panorama similar se vive en los outlets. Las tiendas de descuento también registran positivas cifras de ventas y visitas atribuidas a los compradores transandinos. En Premium Buenaventura Outlet esperan alcanzar este año un aumento de 30% en el número de compradores de esa nacionalidad. ¿Qué compran? "De preferencia, la ropa deportiva", dice Munita.

Tecnología al alcance

George Lever, gerente de Estudios de la Cámara de Comercio de Santiago, indica que desde el punto de vista del consumo, el turista argentino es mucho más intenso en compras de bienes durables que el viajero de otras nacionalidades: "Buscan tecnología, vestuario y calzado, debido a las ventajas cambiarias, a los precios significativamente más bajos y a la mayor variedad de productos", explica.

En la tienda Samsung, de Costanera Center, los vendedores ya reconocen a quienes dicen hoy son sus compradores "mayoritarios". Atender a más argentinos que chilenos les ha servido para conocer sus preferencias por productos tecnológicos: "Televisores y celulares", dicen en el iluminado establecimiento del cuarto piso del mall. Aparatos de alta definición y smartphones de alta gama son los favoritos. Uno de los dependientes de la tienda cuenta que hace algunas semanas un mismo cliente se llevó tres televisores de una vez, ya que mientras en una tienda de Buenos Aires un televisor plano de 40 pulgadas, smart TV 4k con HDR Samsung registra un valor equivalente en pesos chilenos de $ 536.5078, en Santiago es posible encontrarlo a $ 279.990.

En la tienda de Apple ubicada en el primer piso de Costanera Center, el subjefe del local, Brian Tambley, es más categórico: "Este mall es de argentinos", dice entre risas, y cuenta su percepción: "De cada 10 clientes, siete son argentinos, porque si es verdad que la tienda pasa con gente, al menos los que más compran son los argentinos". Cuando se le consulta por el modelo que buscan, el vendedor comenta que siempre es el último en llegar, lo que en este caso corresponde a los iPhone 7 y 7 plus, aunque los más demandados son los modelos 6 y 6S.

Variedad de marcas

En cuanto a la ropa, las opiniones de consumidores argentinos son divididas: "Más de la mitad de precio, porque acá compré un jeans en oferta a 300 pesos ($ 12.470 aproximadamente) y allá te puede salir uno hasta 2.000 ($ 83.000)", dice Julieta, la más joven entre el grupo de amigas argentinas, a lo que otra de las chicas responde: "Yo pagué 800 pesos ($ 33.250), pero porque era de temporada".

Y no solo temporada. Marca, modelo y stock pueden hacer que el precio de las prendas varíe entre un 30% y un 60% más barato que en Argentina. Por eso, no es raro verlos recorrer los centros comerciales premunidos de maletas.

Según relatan en los malls, los argentinos compran harta ropa de marca. Enseñas como H&M, Banana Republic o Forever21 son una auténtica novedad para los compradores del país vecino, dado que estas tiendas no tienen presencia en ese mercado. Lo mismo pasa en el Distrito de Lujo de Parque Arauco, que reúne exclusivas tiendas, como Ralph Lauren, Michael Kors, Tiffany & Co, Gucci, Louis Vuitton, CH Carolina Herrera, Dolce & Gabbana, Emporio Armani, Salvatore Ferragamo, entre otras. Otro imperdible en ese centro comercial es el Piso Diseño, una zona dedicada al hogar y la decoración.

Según cuentan en estos malls, el argentino carga todo lo que puede a la tarjeta de crédito. "No tenemos registro de lo que gastan en efectivo, pero sí sabemos que del total de turistas que viene a Chile, el 70% lo hace con tarjeta", indica Bernardita Silva, de la Cámara Nacional de Comercio y Turismo (CNC), quien agrega que el fenómeno se puede ver en todo el país, donde hay pasos fronterizos. Basta mirar la prensa de las provincias limítrofes, como Mendoza, San Juan o Neuquén, donde abundan los avisos de tours de compras por el día, el fin de semana o de vacaciones hacia Chile. Lo mismo en Buenos Aires, donde las agencias ofertan paquetes de "playa y compras", que incluyen traslados desde y hacia los centros comerciales.

De acuerdo con la Subsecretaría de Turismo, los argentinos que ingresan a través del Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez provienen principalmente de Buenos Aíres. Les siguen los de Córdoba, Mendoza, La Plata y Rosario. En promedio están 5,8 noches en el país y a diario gastan unos US$ 52 y, en total, US$ 300.

"Trayendo dólares o pesos argentinos al cambio uno pierde, pero gana en las compras, porque el precio es muy distinto que en Argentina. Tiene muchos impuestos la Argentina. Pagamos con plata cuando hay que hacerlo, pero usamos más tarjeta", dice Natalia Soledad Ramallo, quien aprovechó un campeonato de fútbol de sus hijos, en la comuna de Maipú, para venirse de Córdoba con toda su familia por 10 días. "Es algo muy bueno para nosotros que podemos viajar últimamente y, bueno, hacer un par de compritas", comenta.

Detalle del consumo

Como turistas, los argentinos pueden sacar del país mercadería libre de impuestos equivalente a US$ 150 por personas adultas y US$ 75 para menores de edad si vinieron por tierra, y de US$ 300 y US$ 150, respectivamente, si llegaron en avión. Si se exceden deben pagar el equivalente al 10% del precio del producto, "pero asimismo vos te pasés, te sale lo mismo o más barato que allá", explicita otro cordobés, que pasea con su grupo familiar por los pasillos del mall Costanera Center. En todo caso, la ropa y el calzado no se declaran y, además, las familias suman franquicias, por lo que un grupo "tipo" de cuatro personas (dos adultos e igual número de hijos) pueden ingresar libre de impuestos a Argentina hasta US$ 900 si van en avión.

Hoy, en el país vecino abundan en los medios y las redes sociales verdaderas guías de lo que se pueden llevar o no, con "tips" para las compras, datos acerca de las liquidaciones y, lo más importante, el cupo libre de impuestos permitido se renueva todos los meses, por lo que siempre conviene volver, declarar todo lo comprado y guardar las boletas para refrendar el precio de los productos.

En todo caso, Cristián Peña, senior de dispositivos de consumo de IDC Chile, advierte que el fenómeno podría acabar una vez que el mercado argentino se normalice: "En cuanto el precio comience a estabilizarse en el mercado argentino, debiésemos ver menos incentivos para realizar compras en Chile", dice.

De acuerdo a estimaciones realizadas por la División de Estudios de la Subsecretaría de Turismo, durante 2017 la llegada total de turistas registrará un incremento de un 14% respecto de 2016, lo que implica pasar de los 5,6 millones de turistas a un poco más de 6,4 millones. Este incremento seguirá marcado por argentinos, cuyas llegadas se estima crecerán un 28%, llegando a un total de un poco más de 3,7 millones de turistas o compradores.