Héctor Tapia suele ser conciso con la petición de los refuerzos para Colo Colo. El semestre pasado, por ejemplo, solicitó expresamente la llegada de Esteban Paredes y Blanco y Negro se vio obligado a desembolsar más de un millón de dólares para comprar el pase a Querétaro. Lo mismo aconteció con Julio Barroso y Jaime Valdés, quienes completaron la plantilla del equipo popular. El DT no dio más opciones.
Este semestre, insistió con el arribo del volante Claudio Maldonado, hasta que logró convencer a la concesionaria del fichaje del ex medicampista de Corinthians, uno de los refuerzos que llegó a Macul. El otro es el arquero Paulo Garcés.
Ahora, tiene una nueva fijación. Quiere un puntero izquierdo de nivel y las alternativas son dos: Fabián Orellana y Jean Beausejour. Y, tal como a principios de año, la lista termina en esos dos nombres.Ya advirtió que si no es el delantero del Celta o el ex atacante de Wigan Athletic, el puesto lo disputarán Felipe Flores, quien fue titular en el último torneo, Juan Delgado y el juvenil Daniel Malhue, además de alguna carta que le ofrezcan las inferiores.
"Estamos realizando todos los esfuerzos para darle en el gusto", dicen en Pedreros. Sin embargo, aclaran que, en ambos casos, la alta cotización y sus elevados sueldos complica la gestión.
Para la defensa, solicitó un chileno y joven. ByN fue en busca de Andrés Robles, de Santiago Wanderers, y chocó con el elevado valor del porteño: US$ 1 millón po la mitad de su pase.
En ese escenario, se elevaron las chances de contratar a Valber Huerta, quien aún no ha renovado en la U y accedió a llegar a los albos si no recibe una propuesta del exterior. El zaguero cree que en Colo Colo tiene más opciones de jugar que en los azules.