Islandia fue de los sustantivos más utilizados a mediados del año pasado. Su histórica participación en la Eurocopa, en la que se quedó en cuartos de final y donde sorprendió al mundo eliminando a Inglaterra en octavos, puso en el mapa futbolísticio a una selección poco acostrumbrada a codearse con las grandes instancias. De hecho, nunca había clasificado a una competición así de importante. Duró hasta que se encontró con Francia, que no tuvo piedad contra la revelación del torneo y le ganó 5-2.
El triunfo ante una ingenua China, el último martes, le abrió el apetito al querible elenco del norte de Europa que cuenta con cinco piezas que estuvieron en la hazaña continental en Francia. Principalmente, los que actúan en las ligas nórdicas, en receso por el invierno. Ahora se medirá a una escuadra chilena que, todo indica, repetirá la oncena inicial que derrotó a Croacia por penales el miércoles. Pizzi, en la práctica de ayer, incluyó por algunos minutos en el final a Fernandes y a Henríquez por Opazo y Valencia, con Fuenzalida actuando de lateral derecho.
Un plan B en caso de que se necesite remontar un marcador adverso y se plantee un encuentro en el que se espera a un conjunto islandés con un 4-4-2 inflexible, como el que evidenció hace algunos meses y en el último pleito ante los anfitriones. Recuperación rápida y un despliegue físico sobre la media es la propuesta de Hemil Hallgrison, que era el ayudante de Lars Lagerback en la Euro 2016.
Vargas, que no pudo convertir ante Croacia pese a tener tres opciones muy claras, es indiscutible para Pizzi. Henríquez es su reemplazante natural, pero el atacante del Dínamo Zagreb también es visto como opción para moverse desde un costado hacia el centro, como fue usado en el entrenamiento de ayer. Ante los balcánicos, la Roja empezó con un 4-2-3-1, diferente al 4-1-2-3 que ha planteado Macanudo en su oncena estelar, que también puso a Chile entre las selecciones más valoradas del año pasado obteniendo la Copa Centenario.
En la madrugada de este domingo, la Roja de Pizzi se enfrentará ante una escuadra que quiere dejar de ser un equipo simpático para ser uno competitivo en serio y seguido. El entrenador confía en las piezas estelares que, ahora, buscarán evidenciar un mayor resto físico que ante Croacia, cotejo en el que dejaron claro que en los últimos minutos no se sentían a plenitud. Al frente estará otra escuadra compuesta, en su mayoría, por piezas muy jóvenes. El cruce de los dos equipos de moda en sus continentes.