El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, estudia la posibilidad de que se investiguen las presuntas torturas de sospechosos de terrorismo por parte de agentes de la CIA, informan hoy medios locales.

El titular del Departamento de Justicia decidirá en las próximas semanas si nombra a un fiscal especial para que investigue los brutales interrogatorios llevados a cabo por CIA a sospechosos de terrorismo después de los atentados del 11 de septiembre, según "The Washington Post".

La medida, escribe hoy el diario, puede desencadenar un conflicto entre Holder y el Presidente Barack Obama, que en varias ocasiones rechazó una investigación jurídica de los métodos de interrogatorios utilizados durante la administración de su antecesor, George W. Bush.

FRENTES ABIERTOS DE LA CIA
La CIA criticó duramente a Obama cuando éste hizo públicos en abril memorandos sobre los interrogatorios. En respuesta, el mandatario aclaró que no tenía intención de procesar ni sancionar a los agentes que habían actuado de acuerdo a las directivas que regulaban los métodos de interrogatorio y que incluían el ahogamiento simulado o la privación de sueño.

La CIA ocupó hoy también los titulares de "The New York Times", según el cual la agencia ocultó durante ocho años un programa de lucha contra el terrorismo ante las comisiones parlamentarias encargadas de la cuestión.

La ocultación del programa fue ordenada por el vicepresidente y "mano derecha" de Bush, Dick Cheney. Así lo afirmó recientemente el nuevo jefe de la CIA, Leon Panetta, durante una audiencia confidencial con la comisión de los servicios secretos en el Congreso, según el diario.