El nombre de Michael Bay genera una reacción dividida en el mundo del cine. Si bien sus películas deben tener una de las firmas más características del circuito comercial hollywoodense, al hablar del hombre detrás de filmes como Armageddon y Pearl Harbor, la crítica generalmente lo hace con desdén, acusado frecuentemente de privilegiar los efectos especiales por sobre cualquier calidad cinematográfica. Aun así, Bay también es sinónimo de éxitos de taquilla. Sus resultados en la saga Transformers le han garantizado un lugar dentro de los nombres de mayor recaudación en la pantalla grande, pero, además, se ha transformado en su espacio predilecto para profundizar en todas las técnicas que hacen de sus películas algo tan reconocible. Acá repasamos algunas de las fórmulas más asociadas a Michael Bay.
(MUCHAS) EXPLOSIONES
En el cine de acción las cosas explotan, ese es un hecho. Pero a Bay realmente le gusta probar un punto. Sus secuencias generalmente están llenas de explosiones a gran escala, y la toma en cámara lenta de sus protagonistas corriendo entremedio de un campo estallando, sea huyendo de las bombas de Pearl Harbor o de misiles de robots gigantes, suele ser algo común en sus filmes. Probablemente es el factor al que más se asocie el estilo del norteamericano. En Transformers: la era de la extinción, incluso se da el lujo de introducir un nuevo tipo de granada.
ACCION RAPIDA
Si comienza una balacera, una batalla cuerpo a cuerpo o una persecución automovilística (tres elementos presentes en la última Transformers), la cámara de Bay no se quedará mucho tiempo en el mismo lugar. La edición rápida de estas secuencias, optando por cambiar de foco entre los personajes, y múltiples acercamientos, es algo característico del director. Claro, no siempre sale bien. Una de las críticas a las primeras Transformers eran las escenas donde la acción ocurría tan de cerca y velozmente, que era difícil apreciar qué estaba ocurriendo.
EL HEROE
El protagonista de las películas de Michael Bay responde a tres tipos. Primero, el pez fuera del agua, el hombre que no comienza siendo un héroe de acción, pero rápidamente por las circunstancias cambia sus costumbres. Es el caso de Nicolas Cage en La Roca, Shia LaBeauf en las tres primeras Transformers, y Mark Wahlberg en la última entrega. También están los dos tipos duros con problemas de autoridad, como los policías rebeldes de Will Smith y Martin Lawrence en Bad Boys y Bad Boys II y Dwayne Johnson y el mismo Wahlberg en Pain & gain. Por último, el tercer tipo es Ben Affleck, que habla por sí solo.
La manera en la que Bay construye sus personajes femeninos es probablemente su punto más polémico. Su papel sólo se reduce a acompañar al protagonista principal y, además, suele resaltárseles sólo la parte física (y curiosamente todas visten de blanco en algún punto). No por nada, las actrices por las que opta suelen estar entre las listas de las más sexies del planeta. Megan Fox, Scarlett Johansson y Rosie Huntington-Whiteley han tenido el "honor" de participar en estas películas, y ahora la joven Nicola Peltz se suma a la lista.
DESASTRE A GRAN ESCALA
Cuando se mira una película de Michael Bay, y sobre todo si es una entrega de la saga Transformers, es casi seguro que en el algún momento una metrópolis del planeta lo va a pasar muy mal. En Armageddon fue Shanghai. En Transformers 3 fue Chicago. Ahora, con La era de la extinción, es Hong Kong la localidad que sufrirá los efectos del clímax de la batalla de los Autobots con sus enemigos. Si no es necesariamente el bienestar de una ciudad el que está en juego con Michael Bay tras una cámara, entonces la amenaza es derechamente la destrucción del planeta Tierra.
ALTO PRESUPUESTO
De las 11 películas que ha dirigido Bay en su carrera, sólo en tres trabajó con un financiamiento menor a los 100 millones de dólares. Y sólo una vez no ha superado esa marca en recaudación (consiguiendo "sólo" 96 millones), pero en todas las ocasiones ha reunido con creces lo que costó realizar sus filmes. Por eso no es de extrañar que las películas del director se manejen siempre con presupuestos altísimos, generando una amplia variedad de efectos especiales y un reparto protagonizado por estrellas. Hasta la fecha, su resultado más exitoso llegó con Transformers: el lado oscuro de la luna, que recaudó más de un billón de dólares en todo el mundo.