El ahora ex presidente de Azul Azul Federico Valdés, reconoció cuando su mandato estaba finalizando que sería muy difícil repetir un año tan exitoso como 2011, en el que el equipo fue bicampeón nacional y alcanzó la Copa Sudamericana. Y así ha sido. En ese escenario, además, los azules temen la partida del gran pilar de estos logros: el técnico Jorge Sampaoli. El DT nuevamente expresó públicamente que quiere saber si los dirigentes tienen el mismo proyecto que él para el próximo año, lo que se traduce en la inversión proyectada para armar un plantel que busque ganar títulos internacionales.

Y es que en ese punto se centra el gran conflicto por el que este año se han enfrentado Sampaoli y los dirigentes: la jerarquía del plantel.

Desde que la "U" ganó la Sudamericana, el equipo ha visto partir a sus mejores figuras, pero le ha costado reemplazarlas al mismo nivel. Y es una de las grandes luchas que ha dado el técnico, quien cada vez que teme la salida de uno de sus estelares, pide un esfuerzo para retenerlo. Y no siempre lo logra.

Eduardo Vargas, Gustavo Canales y Marcos González fueron los titulares del exitoso plantel de 2011 que se fueron al finalizar esa temporada. Azul Azul le respondió a Sampaoli con siete refuerzos, de los que sólo Junior Fernandes terminó como titular y Roberto Cereceda fue una alternativa.

Aún así, y levantando como gran figura al delantero juvenil Angelo Henríquez, los azules ganaron el Apertura 2012 y llegaron a semifinales de la Copa Libertadores. Pero precisamente en el torneo internacional se notó la carencia de peso internacional. Los azules fueron eliminados por Boca Juniors, que contaba en ataque con Santiago Silva, uno de los atacantes que había pedido Sampaoli.

Y llegó el fin del semestre y se fueron Fernandes, Marcelo Díaz y Henríquez. Este último caso desató la molestia de Sampaoli, quien lo había fortalecido como el gran centrodelantero del equipo y se lo quitaban a mitad del proceso para que partiera al Manchester United.

En ese escenario, Azul Azul si pudo frenar las partidas de Johnny Herrera y José Rojas, aunque con el enojo de ambos.

Nuevamente llegaron refuerzos, pero Enzo Gutiérrez, por ejemplo, que venía para ser alternativa de Henríquez, terminó como centrodelantero, puesto que no le acomoda. Y en vez de utilizar a Ezequiel Videla, otra de las nuevas contrataciones, por Díaz, Sampaoli optó por darle la titularidad a otro de la casa: Sebastián Martínez.

Así, lo que reclama el técnico es que para proyectar los éxitos se necesita darle continuidad al plantel. Pero que si cada seis meses debe inculcar nuevamente la dinámica a las piezas clave, se hace muy difícil.

Pero en Azul Azul también responden y la crítica apunta a que Sampaoli ha cometido varios errores en elegir los refuerzos, mientras que los que han sido propuestos por la dirigencia han rendido más. Y en este punto, los casos de Eduardo Morante y Luciano Civelli son los más claros: entre los dos la "U" gastó casi cuatro millones de dólares. El zaguero ecuatoriano jugó casi nada y ahora partió a Ecuador para negociar su préstamo con LDU.

Civelli, una de las grandes "obsesiones" de Sampaoli, ha pasado con problemas musculares y suma muy poco minutos.