La recesión, el alto desempleo, el envejecimiento de la población y la caída en el precio de las propiedades en Estados Unidos provocó que los municipios se hayan visto complicados a la hora de pagar las jubilaciones de sus trabajadores, desatando una crisis en el sistema de pensiones del país. "La desastrosa crisis de 2008 tuvo un efecto en las finanzas públicas, pero principalmente porque los políticos fracasaron a la hora de pagar las pensiones prometidas y, en cambio, dejaron la carga a los futuros contribuyentes", indicó el diario Financial Times en un análisis sobre el tema.

La crisis fiscal del país radica en que son los distintos gobiernos locales (de los estados y de los municipios) los que pagan las jubilaciones de quienes fueron sus empleados con los impuestos que recaudan en la actualidad. A eso se suma que no hay una gran cantidad de activos ahorrados porque en 1939, tras crearse el sistema de pensiones, el Congreso permitió que la primera generación de pensionados públicos recibiera este beneficio sin haber pagado el impuesto laboral en los años en que trabajó. Así, se arrastró una "deuda histórica": la gran generación de los baby boomers (quienes nacieron entre los años 1940 y fines de la década de 1960) financió las pensiones de sus padres y ahora son ellos los que están entrando en la edad de jubilación.

En Estados Unidos, el sistema nacional de pensiones fue creado en 1935 con los impuestos recaudados del sueldo de los trabajadores estatales y municipales activos. El sistema estadual y municipal de pensiones señala que actualmente hay un déficit de más de US$ 1 billón para pagar las jubilaciones de sus trabajadores. Sin embargo, el economista y profesor de la escuela de negocios de la Universidad de Stanford, Joshua Rauh, sostuvo en una columna publicada en la revista Advancing a Free Society, de la Hoover Institution, que si los cálculos se hacen correctamente la deuda del sistema de pensiones en el país podría llegar a los US$ 4 billones.

EMBLEMATICO CASO

Uno de los casos más emblemáticos es lo que ocurre en Illinois, estado que tiene una deuda con su sistema de pensiones de US$ 100 mil millones. Según explicó el diario Financial Times, en diciembre -después de meses de no hacer nada-, el estado aprobó una ley para hacer frente a este problema. Así, espera que la normativa les permita ahorrar US$ 160 mil millones en los próximos 30 años, los cuales provendrán de un mayor impuesto a los ingresos de cada trabajador estadual y que obligará al estado a pagar las pensiones.

El mismo problema tiene el alcalde Rahm Emanuel, en Chicago (Illinois). Sin embargo, el diario advirtió que cualquier medida que tome el alcalde implicará un aumento en los impuestos y una reducción de las pensiones. Por ejemplo, la pensión de los profesores en Chicago está actualmente financiada en un 54%, muy por debajo del 80% que es considerado óptimo. Y la situación de los otros trabajadores municipales, como bomberos y policías, es peor.

El alcalde ha puesto como modelo a seguir la reforma que realizó a las pensiones de los trabajadores de los parques de la ciudad. En ella se aumentó la edad de jubilación, los trabajadores ya no pueden pactar su retiro a los 50 años de edad y tener todos los beneficios, deberán pagar más impuestos por su jubilación a medida que se acercan al retiro, y se aumentará otro tipo de impuestos.

Pero no es sólo Emanuel quien tiene problemas. Alcaldes de todo el país enfrentan un conflicto similar. Es o es lo que ocurre en Detroit. Según explicó el diario The New York Times, la deuda municipal es cercana a los US$ 18.200 millones. De esa cifra, US$ 9.300 millones corresponden a las pensiones de sus empleados y los programas de salud de los jubilados.

En California, donde residen más de 20 mil jubilados estatales y locales y cada uno recibe una pensión anual de más de US$ 100 mil, ciudades como San Bernardino, Stock-ton y Vallejo se han declarado en bancarrota. Según el diario, las pensiones de los empleados públicos en Los Angeles llevarán a la ciudad a la quiebra, probablemente en los próximos cuatro años. En Connecticut, la deuda de las jubilaciones de los empleados públicos corresponde a 190% de lo que recauda en impuestos anualmente, en Nueva Jersey es el 137% y Nueva York, el 17%.