Los organismos dicen que un acuerdo de paz firmado hace cinco años entre el norte y el sur está a punto de colapsar debido a una creciente ola de violencia, a la pobreza crónica y a las tensiones políticas.

Maya Mailer, de la organización británica Oxfam , y coautora del informe, dijo a la BBC en una entrevista radial que la violencia está aumentando en el sur de Sudán.

"Tan sólo durante el año pasado 2.500 personas fueron asesinadas y 50.000 quedaron desplazadas. Y lo que hemos constatado es que las mujeres, los niños y los ancianos son los blancos predilectos durante los ataques".

El corresponsal de la BBC, James Copnall, dice desde Jartum que el triste panorama en el sur de Sudán de mujeres que se alimentan sólo de hierbas y bayas, y el llanto de los sobrevivientes después de un cruento ataque a una villa, confirma la precariedad de la vida en esa zona del país.

A pesar del acuerdo de paz, que puso término a 22 años de una guerra que dejó un millón y medio de muertos, el sur tiene previsto realizar votaciones en un referendo sobre su posible independencia dentro de un año.

El gobierno central de Sudán tiene, a su vez, previstas unas elecciones generales en abril, y estos comicios pueden convertirse en un termómetro que indique el sentir de ambos frentes.

UN PAIS DIVIDIDO
Muchos habitantes del sur piensan que el norte nunca permitirá la independencia del sur.

El embajador de Sudán en Londres, Omar Muhammad Siddiq, dijo a la BBC que su país está preparando activamente las elecciones y que varios partidos han anunciado su disposición para participar en los comicios.

Sin embargo, admitió que hay brotes de violencia en el sur de su país.

"Hay cierta disponibilidad de armas en la zona y algunas comunidades están comenzando a pertrecharse para atacar a otras tribus. Hay guerras tribales en el sur, así que la situación no es buena, a pesar de los acuerdos de paz".

Agregó que la situación de violencia en el sur no afectará las elecciones y explicó que esas situaciones de violencia no están dirigidas a interrumpir el proceso democrático.

"El pueblo de Sudán está listo para ejercer su derecho en las urnas", agregó.

Gran Bretaña prometió US$87 millones para la reconstrucción de Sudán y para ayudar a preparar las elecciones generales de abril.

Copnall recordó que a pesar de sus enormes reservas de petróleo, Sudán es uno de los países más pobres del mundo.

Aunque 10.000 efectivos de las fuerzas de paz de las Naciones Unidas están vigilando que la armonía se mantenga, Sudán está claramente en el inicio de 12 meses muy difíciles en este 2010.

En todo caso, ahora hay en Sudán observadores y organismos internacionales que no estaban presentes en las crisis anteriores.