No se cansa de repetir que la música le salvó la vida. Ara Malikian (48), violinista de ascendencia armenia, es una especie de estrella de rock de la música clásica, y aborda en su repertorio "desde Bach y Vivaldi, hasta Led Zepellin, Radiohead y David Bowie".
Nacido en Beirut, con seis años vio estallar la Guerra civil libanesa, que se extendería durante varias décadas. "Fue una época difícil para el país, había bombardeos y varios días tuvimos que quedarnos en refugios antiaéreos, pero como era bastante joven y veía a todo mi país en la misma situación, creía que todo eso era normal", cuenta él.
De padre músico, para ese entonces Malikian ya practicaba el violín y fue ese mismo instrumento, del que vivió su padre y luego él, el que cambió para siempre su vida. Tenía 14 años y tocaba un concierto en el Líbano cuando un director de orquesta europeo lo escuchó y pocos días después le consiguió una beca del gobierno alemán para cursar estudios en la Hochschule für Musik und Theater Hannover. Con 15 años, fue el alumno más joven admitido en esta escuela. "Gracias a la música, pude huir de mi país, que era peligroso y estaba parado por la guerra. Gracias a la música he podido tener una vida digna, y estoy muy agradecido", dice.
Desde ese entonces, la vida de Ara Malikian se ha convertido en viajar por el mundo con su violín; con él ha tocado en Cuba, Tokio, Estambul y Atenas, entre otros cientos de escenarios. Actualmente realiza una gira por Latinoamérica y debuta hoy en Chile.
¿Qué podrán ver las personas que asistan a su espectáculo en Santiago?
El programa es un viaje musical que emula mi propio viaje personal. Va a haber música de muchos países por los que he tenido la suerte de viajar: música árabe y judía del Medio Oriente, música gitana y kletzmer de Europa Central, tango argentino y flamenco español, además de la gran tradición clásica europea.
¿Cómo empezó esta exploración de estilos musicales?
Más que nada porque he tenido la suerte de viajar muchísimo y en cada viaje conocí otros músicos y otras culturas. Estos encuentros me han permitido aprender cosas nuevas, y yo después las hago a mi manera. Las idas por el mundo han enriquecido mi música. De todas maneras fue un proceso; durante muchos años intenté acoplarme en el mundo de la música clásica, tocaba en orquestas de cámara, pero poco a poco me di cuenta de que yo quería hacer las cosas de otra manera.
¿Y has vuelto a Líbano? ¿Cómo diría que es la situación allá hoy?
Sí vuelvo, poco pero vuelvo. Hoy la guerra ha acabado en el Líbano y está más tranquilo, pero siempre está la incertidumbre. De momento la mayor incertidumbre es por la guerra en Siria, una guerra atroz y por la cual el Líbano está recibiendo muchos refugiados. Son más de un millón y medio de refugiados sirios en el Líbano, que necesitan mucha ayuda y muchos cuidados, por eso el país pasa por un momento difícil.
Además de los conciertos de violín, Malikian ha participado en la banda sonora de algunas películas, como Hable con ella y La mala educación de Pedro Almodóvar. "Hacer la música en una película es muy divertido, pero lo mío son los escenarios. Me gustan los conciertos y sentir la respiración del público", comenta, y menciona que aún así, le encantaría trabajar con Emir Kusturica.
¿Qué le gustaría transmitir a los chilenos en su concierto?
Pues lo primero es la música: llegar con ella a sus almas, a su corazón y poder emocionarlos. También poder hacerlos feliz, ese es el objetivo primordial de mi entrega sobre el escenario.
En su paso por Chile ofrecerá tres conciertos, entre hoy y el domingo. Luego, pasará por Argentina "y después seguiremos viajando toda la vida", dice. Los recitales se realizarán en el Teatro Municipal de Las Condes, a las 20.00 horas y las entradas tienen precios que van desde los $14.000 hasta los $30.000.