El canciller Alfredo Moreno, junto a Alberto van Klaveren, hacía ingreso a la sala del Senado pasado el mediodía, con casi 90 minutos de retraso, situación que se explicó en que el agente de Chile ante la Corte Internacional de La Haya había llegado a Santiago horas antes desde Holanda, previa exposición en La Moneda en horas de la mañana.

Ambos fueron invitados a exponer los argumentos planteados en la Corte Internacional de Justicia al análisis que realizó la Cámara Alta en una sesión especial para debatir el fallo entregado el lunes y acordar una postura común.

Esto, a propuesta de la Comisión de Relaciones Exteriores realizada ayer que, en síntesis, apoyaba la posición expresada por el Estado de Chile en el diferendo marítimo con Perú, calificando la sentencia del tribunal internacional de acortar la zona exclusiva económica de Chile como "arbitraria y sin fundamento".

Pese a ello, en las intervenciones de los senadores se evidenciaron divergencias respecto del rol jugado por Cancillería ante las aspiraciones limítrofes de Palacio Pizarro. Las críticas apuntaron desde una actitud reactiva frente a la estrategia diplomática de Perú hasta discrepancias ante la llamada "política de cuerdas separadas".

Las críticas ante la presunta carencia de previsión surgieron desde el propio oficialismo.

Uno de ellos fue el senador UDI Jaime Orpis. "¿Fue la Cancillería capaz de detectar toda esta tesis que desarrolla Perú? Yo he llegado a la convicción más profunda de que la Cancillería no fue capaz de detectarlo, no informó al Parlamento de lo que estaba desarrollando Perú minuciosamente y con sistematicidad", expresó.

PACTO DE BOGOTA

El legislador gremialista sostuvo su crítica en que la construcción académica de la teoría de la "equidistancia marítima" es promovida desde la década del 70 por parte de Lima, juicio que se interpretó como un cuestionamiento a la política exterior de los gobiernos de la Concertación.

"No podemos tener una Cancillería que sea incapaz de prevenir escenarios futuros", agregó Orpis, sugiriendo además el retiro de Chile del Pacto de Bogotá, convención internacional que reconoce jurisprudencia a la Corte de La Haya.

Su propuesta, sin embargo, fue criticada por la senadora DC Soledad Alvear: "Retirarse del Pacto de Bogotá es un error. Qué coherencia existe en materia de política exterior, si hemos ingresado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas".

La política de cuerdas separadas, en tanto, fue cuestionada por el senador PPD Ricardo Lagos Weber. "La política de cuerdas separadas es un tema de señales. No percibo una molestia si me ando condecorando y ando haciendo vida social, si el vecino me quiere hacer una línea divisoria y me quiere correr la cerca", sostuvo.

A su vez, el senador de la DC Eduardo Frei hizo un llamado a Perú a cerrar sus demandas limítrofes ante Chile.

"Que Perú se comprometa, de una vez por todas, a aceptar que este tema está terminado y que La Haya está terminado. No que vuelvan a abrir los temas", indicó el parlamentario en su intervención.

El senador Hernán Larraín, en tanto, reiteró los cuestionamientos hacia Cancillería respecto de su capacidad para adelantarse a este tipo de litigios.

"Chile tiene debilidades en advertir este tipo de problemas en el mediano y largo plazo. No nos preparamos y nos sorprenden, una y otra vez, con demandas que si hubiésemos tomado las precauciones, quizás podríamos haber tenido otra solución", afirmó el senador de la UDI.

Pese a los cuestionamientos, el Senado aprobó -por 25 votos a favor y una abstención- un proyecto de acuerdo donde se respalda la posición expresada por la defensa de Chile ante La Haya.

"Se reconoce especialmente la defensa jurídica del Estado, bajo los distintos gobiernos a lo largo de todo el proceso", dice el texto.