Esta vez no hubo vigilias ni ceremonias ancestrales como las que protagonizó en marzo pasado el Presidente Evo Morales, cuando Bolivia presentó su último documento escrito de la demanda contra Chile en la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ).
Pasadas las 17.00 horas de este jueves en los Países Bajos (14.00 en Chile), Claudio Grossman tomó un lápiz y firmó, en compañía de los coagentes María Teresa Infante y Alfonso Silva, en el segundo piso de la embajada de Chile en La Haya, las copias oficiales de la dúplica chilena, texto que contiene la respuesta a los argumentos esgrimidos por el gobierno de La Paz para obligar a Chile a negociar una salida soberana al mar.
El escrito -de 196 páginas, más dos tomos con documentos anexos- será entregado a las 6.30 de este viernes (hora de Chile) en la secretaría de la Corte de Justicia de La Haya por el canciller Heraldo Muñoz y los tres agentes a cargo de la defensa.
"La dúplica desmonta los argumentos bolivianos, que han sido inconsistentes", señaló Muñoz en la antesala de la presentación. Y agregó que "durante los alegatos orales cambiaron y mencionaron que podría ser cualquier arreglo práctico o, incluso, una zona especial". Esto, aludiendo a lo planteado por Bolivia cuando se revisó la objeción preliminar presentada por nuestro país. "Nosotros hemos apuntado a estas inconsistencias, estos cambios de rumbo de la argumentación boliviana", recalcó el ministro.
La posición de Chile descarta que exista una obligación de negociar con Bolivia una salida soberana al mar. Para eso, contextualiza y explicita la forma en que se llevaron a cabo cada uno de los esfuerzos de acercamiento y de diálogo con La Paz que se han realizado a lo largo de la historia, en especial a partir de 1950 hasta 2012, para buscar una solución a la mediterraneidad boliviana.
Para sustentar la defensa, Chile incluyó el análisis de expertos que participaron en el debate que llevó adelante, desde 1994 y por más de una década, la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas, precisamente para tratar de definir y regular los actos unilaterales que puede hacer un Estado y que generan obligación jurídica. Uno de esos análisis corrió por parte del abogado francés Jean Marc Thouvenin, actual secretario de la Academia de Derecho Internacional, cuya sede está en el mismo palacio de la CIJ en La Haya.
Ese informe señala que no se cumplen los requisitos para considerar que Chile generó una obligación jurídica a partir de esos actos unilaterales.
Controversia con agente boliviano
En la antesala de la entrega de la dúplica, el canciller Muñoz también refutó las declaraciones del agente de Bolivia ante La Haya, Eduardo Rodríguez Veltzé, quien acusó al ministro de RR.EE. de presionar a los magistrados de la CIJ "y de querer convertirse en juez".
"Me parecen sorprendentes las declaraciones del agente boliviano de que argumentar lo que se conoce como la tesis chilena, sea una presión sobre los jueces. Este señor ha actuado como una especie de vocero informal de la corte, anunciado plazos y fechas, cuando a él no le corresponde", señaló el canciller chileno.
Muñoz, además, pidió respeto por parte de Bolivia hacia la corte, porque el gobierno boliviano ha seguido llevando este tema -que está radicado en la CIJ- a distintos foros internacionales. "Las declaraciones parecen más de un activista que de un abogado al que le tenemos respeto, y él debe tener respeto hacia quienes representan la posición de Chile", remarcó.