Había sido su profesora de francés en el Lycéé La Providence, de la Compañía de Jesús, en Amiens, en el norte de Francia. Pero también Brigitte Trogneux se había convertido en un modelo, en una suerte de guía y también en un amor platónico para Emmanuel Macron, entonces de 15 años. Por eso cuando ambos se despidieron, porque Macron debía continuar sus estudios secundarios en París, le prometió a su profesora: "Hagas lo que hagas, voy a casarme contigo".
Según la versión que contó la propia Trogneux, hoy de 63 años, a la revista París Match, ese fue el primer obstáculo que sortearon en ese momento, en la génesis de su larga historia de amor. Porque ella estaba casada, tenía tres hijos y él era 24 años menor.
"Ella solía recitar sus trabajos todo el tiempo. Estaba totalmente cautivada por sus habilidades para escribir", contó un ex compañero de clase del candidato y favorito para la segunda vuelta del 7 de mayo, al periódico francés Le Parisién.
Además de enseñar literatura, Trogneux dirigía un club de teatro, en el que participaba Macron. El le pidió que escribieran juntos una obra. "Escribir nos hizo reunirnos todos los viernes y se desató una proximidad increíble", confidenció Trogneux en el documental Macron, la estrategia del meteoro.
Cuando la química entre ambos ya se hacía evidente en Amiens, ciudad de no más de 100.000 habitantes, los padres de Macron intentaron detener el incipiente romance. Según la biografía Emmanuel Macron, un joven tan perfecto, de la periodista de Le Figaro, Anne Fulda, Jean-Michel y Françoise Macron, una pareja de médicos, le habría pedido a Trogneux, de 40 años en ese momento, que se alejara de su hijo, al menos hasta que cumpliera la mayoría de edad. "Usted ya tiene su vida hecha", le habría dicho la madre del político francés, según este libro. Macron dejó entonces Amiens para continuar sus estudios secundarios en París, pero prometió volver.
Larga espera
El candidato, que en el balotaje enfrentará a la líder del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, estudió Filosofía y Ciencias Políticas. Luego tuvo su paso por la Escuela Nacional de Administración, incubadora de la elite política gala. Brigitte por su parte, comenzó un largo proceso de divorcio y se mudó a la capital francesa, donde trabajó en otro colegio católico, el Liceo Saint-Louis-de-Gonzague.
Pese a la distancia, el romance no se apagó. Eso, hasta que 13 años más tarde, en 2007, se casaron. En la ceremonia, Macron agradeció a todos sus invitados "por ser testigos de todo lo que hemos vivido estos 13 años", pero en especial se refirió a los tres hijos de su esposa: Sébastien (42), Laurence (39) y Tiphaine (32), a quienes se ha visto trabajando en la carrera de su padrastro por la Presidencia francesa. "Quiero agradecer a los hijos de Brigitte por haberme aceptado", dijo el líder del movimiento En Marcha!, en 2007.
Trogneux además tiene siete nietos, a los que Macron considera como propios. "Este fin de semana vienen mis nietos", se comenta que suele decir Macron cuando se retira a su casa en la localidad de Le Touquet para descansar.
Al momento de casarse, Macron trabajaba como un exitoso banquero y estaba alejado del ojo público. Su ingreso a la esfera política sucedió más tarde, en 2012, cuando se convirtió en asesor económico y luego ministro de Economía del socialista François Hollande.
En ese entonces la pareja comenzó a llamar la atención de parte importante de la prensa francesa. Los Macron tienen casi la misma diferencia de edad que Donald Trump y su esposa Melania, 23 años menor.
La ex profesora de Macron ha tomado un rol activo en la campaña de su esposo: asiste a mítines y eventos, hace discursos y agradece al público. Es ella quien elige cuidadosamente cuándo y a qué medios su marido debe dar entrevistas.
Tiene también una gran influencia en Macron, quien la considera una de sus más importantes asesoras. "Su opinión es muy importante para mí", explicó el candidato en un documental del canal France 3.
Los colaboradores de Macron están acostumbrados a la presencia de Trogneux en reuniones importantes, incluso desde que su marido era titular de Economía. La ex profesora era vista con tanta frecuencia en el Ministerio de Economía, que incluso Macron tuvo que hacer comentarios al respecto. "Mi esposa no forma parte del gabinete ni cobra sueldo. Sus opiniones son fundamentales para mí, además, su presencia crea un ambiente relajado que facilita el trabajo", aclaró en 2016.
Según los allegados de la pareja, Brigitte es una de las grandes responsables de la vertiginosa carrera de Macron, que hasta hace cuatro años era un desconocido y ahora se erige como el favorito para tomar las riendas del país.
Trogneux no tendrá un rol pasivo en el Elíseo. Macron lo ha dejado claro en distintas ocasiones. "Si me eligen… no, perdón, cuando nos elijan, ella estará allí, con un papel, y un lugar", dijo el candidato en marzo, durante una marcha del día internacional de la mujer. "Como profesora conozco bien a la gente joven. Creo que es esencial tenerlos en mente", afirmó en París Match. "Lucharé por su educación", agregó.
Así, ha sido un activo para la campaña. La pareja se ha dejado fotografiar en momentos, que según algunos analistas, parecen ser perfectamente orquestados. Ya sea tomados de la mano durante unas vacaciones o caminando en alguna playa. Y las veces en que Trogneux ha salido en la portada de una revista, ésta ha aumentado sus ventas. Esta fascinación ha provocado que la pareja sea comparada incluso con los Kennedy.