Después del angustioso empate 3-3 frente a San Luis, el domingo, en el estadio Monumental, Pablo Guede intentó reflejar optimismo respecto de las opciones que Colo Colo tiene para conseguir el título del Apertura. "Esta semana, ganaron los de arriba. Nosotros no pudimos, pero hay partidos en que se cruzan entre ellos, así que seguimos en la pelea", declaró el entrenador en la conferencia de prensa posterior al choque ante los quillotanos.
El problema radica en que los números le dan la espalda a sus pretensiones. A falta de cinco fechas para que termine el torneo, es decir, con 15 puntos por disputarse, el equipo popular está en el séptimo puesto con 13 unidades, siete menos que el líder, Deportes Iquique.
Y hay más razones para que en Macul crezca la inquietud o, incluso, empiecen a resignarse. La historia, que muchas veces se pone de lado del equipo de Pedreros, esta vez le juega en contra. La primera conclusión derriba de plano las aspiraciones de Guede y los suyos: ni siquiera un rendimiento perfecto en la recta final del torneo les bastaría, de acuerdo a las experiencias anteriores, para alzar la corona a fin de año.
Si, eventualmente, Colo Colo gana los cinco partidos que le restan (debe medirse con la UC, Cobresal, O'Higgins, Everton y Palestino) , acumularía 28 puntos, lo que se traduciría en un 62,2 por ciento de rendimiento. De esta forma, quedaría por debajo, incluso, del campeón de peor productividad desde el Torneo de Transición 2013: la UC de Mario Salas, que se coronó en el Clausura 2016 con apenas un 64,44 por ciento de efectividad.
Los cruzados, que sólo pudieron festejar en la última jornada gracias al agónico gol de José Pedro Fuenzalida en el duelo frente a Audax Italiano, acumularon 29 puntos en 15 encuentros, los mismos que considera el certamen actual. La escuadra de Las Condes ganó nueve cotejos, empató dos y cayó en cuatro ocasiones.
Antes que el cuadro estudiantil, sólo Cobresal, en el Clausura 2015, con Dalcio Giovagnoli en la banca, se había consagrado con menos de un 70 por ciento de rendimiento (66,67%). Los mineros acumularon 34 puntos, claro que disputaron 17 compromisos.
En el resto de los certámenes se premió la regularidad, justamente la característica que más les ha penado a los albos. En este ciclo, el campeón más contundente fue Universidad de Chile en el Apertura 2014. Los azules, comandados por el uruguayo Martín Lasarte, lograron un 86,27 por ciento.