Durante 9 días un turista chileno permaneció perdido en la selva del Parque Nacional de Madidi, en Bolivia, donde según relata Maykool Jhovan Coroseo, de 25 años, fueron los monos quienes lo ayudaron a sobrevivir.
Tras más de una semana de búsqueda, el joven turista fue encontrado solo con algunas picadoras y una leve deshidratación.
Sin embargo lo que llama la atención es en la forma en que desapareció. Según lo que relata un periodista del National Geographic que estuvo en la búsqueda de Maykool, cuenta que las desapariciones en el parque no son frecuentes. La última desaparición fue hace 15 años.
En el relato cuenta que Maykool estaba inscrito en un agencia de tour para conocer la selva. Feizar Nava, el dueño del tour invitó al chileno a que participara en una ceremonia de la Pachamama para agradecerle a la Madre Tierra por darle permiso a entrar al bosque. Invitación que el chileno rechazó. Tras la ceremonia, Feizar fue a ver a la cabaña como se encontraba Jhovan, pero no lo encontró en el lugar ni en los alrededores.
Según lo que dice Feizar a la revista National Geographic "es porque ofendió a la Pachamama. No quiso participar en la ceremonia", relató.
Sin tener rastros, "como si se hubiese desvanecido", relata el periodista, comenzaron una incansable búsqueda que tardó nueve días.
El encuentro
El joven fue encontrado entre los árboles sosteniendo un bastón grande y lucía muy débil. Mostraba deshidratación y tenía picaduras de mosquitos. "Quiero una Coca Cola", bromeó de inmediato.
Según lo que relató Maykool es que la noche en que se desapareció surgieron "extraños y terribles pensamientos" que le hicieron tener la irresistible necesidad de salir corriendo de la selva.
"Comencé a correr", dijo. "Usaba unas sandalias y dije no, me harán correr más despacio. Tiré las sandalias, luego el celular y mi linterna. Y después de correr tanto, me detuve en un árbol y comencé a pensar: ¿qué es lo que hecho?, ¿qué estaba haciendo? Cuando quise volver, era imposible", relató.
Nunca pudo encontrar el río para sobrevivir, sin embargo, según lo que contó más tarde el joven, es que pudo sobrevivir gracias a que siguió a un grupo de monos que todos los días le tiraban frutas y lo guiaban para encontrar agua y un refugio.