Anduvo por la vida pregonando su cartel de piloto, portaba credencial (falsa) de la línea aérea Lufthansa y vestía como un comandante de vuelo, pero la historia de Andrea Pasquino (que utilizaba el nombre de fantasia Andrea Sirlo), terminó el fin de semana cuando lo detuvieron en el bar del aeropuerto de Turín, acusado de atentado contra la seguridad en el transporte aéreo, sustitución de persona y usurpación de título.

"Comandante síganos, por favor. Su actuación ha terminado", le dijo la policía, recordano el célebre filme dirigido por Steven Spielberg "Atrápame si puedes", en el que el protagonista, Leonardo Di Caprio, finge ser piloto de Pan Am para viajar gratis en todo el mundo.

Pasquino o Sirlo, si se quiere, de 32 años, apenas sabía de aviones, sólo había hojeado en su vida algunos manuales de vuelo, pero eso lo potenciaba con su capacidad de convencimiento. Hace unos meses en su página Facebook (que hoy no está operativa) contaba sus experiencias de vuelo, mostraba fotos con vistas aéreas y narraba alguna anécdota con azafatas, incluso llegó a crear una cuenta falsa en Facebook con el nombre de una auxiliar de vuelo, según recogen diarios españoles como El Mundo y ABC.

"Su puesta en escena era tan buena y su interpretación del personaje tan convincente que el tipo logró lo que parecía imposible: superar con su acreditación falsa todos los controles de seguridad del aeropuerto de Munich, en Alemania, y conseguir volar a Turín, en el norte de Italia, no sólo sin pagar un céntimo sino disfrutando de la magnífica vista que ofrece la cabina de vuelo", apuntó El Mundo.

Lo anterior ocurrió en abril pasado cuando "logró convencer a la tripulación de un avión ATR de la compañía Air Dolomiti (propiedad de Lufthansa) de que era comandante. Así que hizo todo el vuelo sentado junto a sus 'colegas' los pilotos, intercambiando anécdotas y experiencias. Los dos pilotos verdaderos no se percataron de que estaban ante un impostor".

Pasquino tiene varios antecedentes por fraudes realizados a través de internet y se investiga si lo de Turín lo replicó en otros aeropuertos.