Era un partido de la liga departamental de Entre Ríos, una de las tantas que se juega en Argentina. En pleno juego, Micael Favre encontró la muerte tras recibir un rodillazo en la cara, del que nunca pudo recuperarse. Defendía la camiseta de San Jorge de Villa Elisa.

Favre tenía 24 años y era padre de una niña tres años y un varón de uno. Su padre Oscar fue jugador de fútbol y actualmente, es el vicepresidente del club entrerriano.

A fines del año pasado, en diciembre de 2015, el fallecido futbolista fue galardonado por su desempeño deportivo con el "Premio Sembrador", premio que rinde a los residentes de Villa Elisa que han sido destacados en sus disciplinas cada año.

"El cayó y empezó a convulsionar. Se paró para recriminar la falta, recibió un empujón con el brazo y se volvió a caer. Ahora tenemos que esperar las cuestiones legales y que le hagan la autopsia para saber las causas del deceso. Y se actuará en consecuencia", contó Eduardo Orcellet, presidente de San Jorge a medios argentinos.