El 7 de julio de 2011 la noticia se hizo pública. El Códice Calixtino, un libro del siglo XII que se guardaba en la catedral de Santiago de Compostela, y que fue la primera guía de los peregrinos que realizaban el camino del apóstol Santiago, había sido robado. Los medios españoles no demoraron en calificar el hurto como el "más importante de patrimonio histórico y artístico de España", debido al valor incalculable de la obra que además no estaba asegurada.
Si bien el 7 de julio se hizo pública la desaparición del libro, los responsables de su custodia notaron la ausencia días antes. El Códice Calixtino se guardaba en una cámara a la que había acceso continuo, junto a otros ejemplares valiosos, que eran consultados por investigadores del templo. Sin embargo, eran sólo dos personas más el sacerdote José María Díaz quienes tenían acceso a la sala y consultar el libro.
Tras el hurto, las medidas se seguridad de la catedral fueron cuestionadas, debido a que si bien la zona donde estaba el libro contaba con un sistema de alarma y contraincendios, no se registraban los movimientos en las distintas estancias, y ninguna de las cinco cámaras de seguridad apuntaba directamente al códice.
LA PRIMERA GUIA DE LOS PEREGRINOS
El Códice Calixtino está compuesto por cinco libros y dos apéndices, aunque fue encuadernado en un tomo único en 1964. El códice nació con el objetivo de propagar la devoción por el apóstol Santiago, y era una especie de guía para los peregrinos que se dirigían a la ciudad, con consejos, posibles alojamientos, descripciones de la ruta, de las obras de arte así como de las costumbres locales de quienes vivían a lo largo del Camino del apóstol.
El libro también contiene ilustraciones y 22 piezas polifónicas que se cuentan entre las más antiguas de Europa. Mide 30 por 21 centímetros y consta de 225 folios de pergamino.
El original había salido dos veces de la catedral para exposiciones, la última en 1993 y solo permaneció un par de días en la exhibición, ya que después fue sustituido por un facsímil.
EL TESORO ENCONTRADO EN UN GARAJE
Tras un año de intensa búsqueda, y de solicitar a organismos internacionales estar alerta ante una posible salida del libro de España, la policía lo encontró el pasado 4 de julio en el garage del electricista Manuel Fernández Castiñeiras, quien trabajó durante 25 años en la catedral de Santiago de Compostela.
Junto al electricista, que quedó en prisión preventiva sin derecho a fianza, fueron detenidos su esposa, su hijo y la pareja de éste, como cómplices de uno de los robos más importantes de España.
El libro fue hayado en una caja de cartón, entre cables y bolsas de cemento, envuelto en papel de diario dentro de una de las bolsas de basura acumuladas en el garaje. Pero el libro no fue lo único que encontró la policía, también había monedas y otros objetos artísticos que pertenecían a la catedral.
Finalmente, tras su detención, el electricista solo dijo que "sí, fui yo quien robó el libro. Me lo llevé el 4 de julio del año pasado, sobre las 12 de la mañana". Los investigadores están convencidos de que el único móvil del robo fue la venganza contra los responsables eclesiásticos por haberlo despedido y no haberle abonado 40 mil euros como indemnización.
La devolución del libro se realizará el próximo domingo, y será el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy quien entregará el ejemplar al arzobispo de Santiago de Compostela. Por el momento, el códice se encuentra en dependencias de la policía, mientras las autoridades de la catedral han señalado que tras su devolución, será guardado en un lugar secreto y sin visitas.