El 19 de noviembre pasado, la revista Rolling Stone publicó un reportaje titulado "una violación en el campus". La historia giraba en torno al dramático relato de una estudiante de la Universidad de Virginia, que dijo haber sido violada por siete alumnos en una fiesta en la sede de una fraternidad, en 2012.
El reportaje tenía como objetivo, además, denunciar los abusos a mujeres en el ambiente universitario, un problema de creciente debate en la sociedad estadounidense. En el artículo de Rolling Stone, firmada por Sabrina Erdely, también se describía una cultura oculta de violencia sexual, potenciada por un consumo de alcohol "descontrolado", en una de las universidades públicas de mayor prestigio de Estados Unidos.
El artículo desató protestas estudiantiles dentro y fuera del campus y la suspensión de las fraternidades en esa universidad. Sin embargo, casi cinco meses después, la historia tuvo un dramático vuelco y se ha convertido en uno de los más lamentables episodios periodísticos para Rolling Stone, en sus casi cinco décadas de historia, ligada al ambiente musical, pero también a los reportajes de denuncia.
Pocos días después de que la revista publicó la historia, distintos medios comenzaron a cuestionar el testimonio de "Jackie", la supuesta víctima. Entre los periódicos que dudaron sobre la veracidad del caso figuró The Washington Post, que desde un comienzo expuso las fallas periodísticas cometidas en el artículo, como la verificación de las fuentes.
El 5 de diciembre pasado, los editores de Rolling Stone anunciaron que retiraban su respaldo a las declaraciones de la joven. Y en marzo pasado, luego de cinco meses de investigación, la policía estimó que no había suficientes elementos que pudieran confirmar la versión de "Jackie".
Pero ayer estalló el golpe final. Meses atrás, la propia Rolling Stone solicitó a la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia que hiciera una investigación independiente, sobre cómo se había llevado a cabo la elaboración del reportaje.
El informe fue liderado por el periodista y ganador del premio Pulitzer, Steve Coll, decano de la Facultad de Periodismo en Columbia. Por cuatro meses, Coll y su equipo, inspeccionaron el trabajo de la periodista Sabrina Erdely.
Los resultados de la investigación fueron publicados la noche del domingo a través de un informe que el editor jefe de Rolling Stone, Will Dana, calificó como "una lectura dolorosa". "Las fallas afectaron el contenido, la edición, la supervisión editorial y la verificación de los hechos", concluyó.
Según lo estudiado por el equipo de Steve Coll, se cometieron tres fallas que se podrían haber evitado: el uso de seudónimos, la falta de verificación de información y la ausencia de datos que corroboraran o contradijeran la versión aportada por la supuesta víctima del relato, que fue retirado del sitio web de la revista.
Según el informe, los editores de Rolling Stone confiaron en la fiabilidad de la fuente, que había sido proporcionada por una trabajadora de la universidad. "La culpa no es de la fuente, es una falla del periodismo", dijo Coll.
Sin embargo, los periodistas no encontraron pruebas que permitan concluir respecto de una "deshonestidad" por parte de Erdely, que colabora desde hace años con Rolling Stone y que empleó seis meses en investigar la historia de "Jackie".
"Pedimos disculpas a nuestros lectores y a aquellas personas que hayan podido resultar dañadas por nuestro reportaje y sus consecuencias", declaró Dana a través de un comunicado, haciendo referencia especialmente a los miembros de la fraternidad Phi Khappa Psi donde "Jackie" dice haber sido víctima del ataque.
La fraternidad afirmó ayer que el reportaje fue "difamatorio e imprudente", por lo que emprenderá acciones legales contra la revista.
La fraternidad ya había desmentido la versión de "Jackie", negando haber organizado una fiesta la noche en que la estudiante asegura haber sido agredida, elemento que la policía confirmó.
La autora del artículo también se disculpó públicamente, ya que según afirmó a la agencia The Associated Press, "no hizo lo suficiente para verificar" los hechos que la protagonista de la historia le contó. De hecho, Erdely no consultó a tres estudiantes que ella misma implicó en su artículo y en vez de eso, les atribuyó declaraciones.
Pese a su mea culpa Rolling Stone está siendo cuestionada por no tomar medidas con los periodistas involucrados en la investigación. "El reportaje pasó por alto los agujeros del reportaje utilizando seudónimos y omitiendo dónde se obtuvo la información más importante", señaló Coll.
"Jackie", por ejemplo, se negó a dar el nombre de la persona que había organizado la fiesta donde supuestamente fue violada, alegando que aún tenía miedo de su agresor. La supuesta víctima sólo dio el nombre de su agresor cuando la exclusiva ya había salido a la luz, pero no fue capaz de deletrearlo. "Eso despertó todas las alarmas", confesó Sabrina Erdely a los investigadores.