Quizás aún quedaba algún incrédulo que dudaba que Elías Figueroa es un gran ídolo en Brasil y, especialmente para los seguidores de Internacional. Pero ayer una noticia ratificó una vez más la importancia del ex defensa chileno en el país de los pentacampeones del mundo: fue elegido embajador de la sede de Porto Alegre para el Mundial 2014. Será el único extranjero con esa responsabilidad.
¿Por qué se ganó este honor? Porque en Brasil fue "literalmente" un iluminado, porque llegó e hizo notar inmediatamente su categoría, tardó muy poco en ser capitán, se convirtió además en figura de las página sociales y ganó títulos.
Figueroa firmó por Internacional después de cinco años en un grande de Uruguay, Peñarol. Llegó a Porto Alegre en noviembre de 1971 e inmediatamente se convirtió en un líder para el plantel. Incluso, el técnico del equipo dijo en ese momento que "sólo tuve que darle la camiseta y simplemente le indiqué que tratara de jugar... Con los cracks auténticos uno tiene que hablar muy poco".
"Don Elías" ganó en total ocho títulos con Internacional y disputaba la atención mediática con grandes figuras, incluso con Pelé en Santos.
Pero si hay un momento que marca su pasó por Brasil, fue la conquista que anotó ante Cruzeiro, en la final del campeonato brasileño de 1975, el primer título nacional del club. "El gol iluminado" se llamó porque, inexplicablemente, con un cielo nublado, Figueroa salta y cabecea iluminado por un rayo de luz.
Así, para los hinchas, el defensa chileno adquirió características casi milagrosas. De hecho, era común que las mujeres le llevaran sus hijos para que los tocará y así sanarlos o traspasarle sus capacidades futbolísticas.
Pero Figueroa, que en Brasil realizó estudios de derecho, también entró en el jetset brasileño, con lo bueno y lo malo. Los hinchas le llegaron a romper la ropa y tirar el pelo, por lo que contrató guardaespaldas. Incluso, alguna vez debió viajar a los partidos en helicóptero.
Aunque en esta faceta de su experiencia brasileña el momento más complicado fue el 18 de abril de 1973, cuando el diario "Zero Hora" publicó fotos de Figueroa desnudo, tomadas con un teleobjetivo. Mientras la federación Gaúcha de Fútbol suspendió la fecha por el impacto, el periodista Marco Aurelio, fanático de Internacional explicó que lo que querían hacer con la publicación era mostrar "que Figueroa es de carne y hueso".
Pero fue un punto negro. En general, lo que primó fue la idolatría que incluyó que le compusieran dos sambas: "Figueroa, patrón del área" y "Figueroa, la gran atracción". Y después, cuando editó su autobiografía en Brasil, vendió 120 mil ejemplares.
Le ofrecieron nacionalizarse para que jugará por la selección brasileña y el presidente de Internacional le ofreció un cheque en blanco para que no volviera en 1977 a Chile (Palestino).
Figueroa regresó, pero nunca ha cortado el fuerte lazo que lo une con Brasil, donde es ídolo. Pocos ya pueden dudarlo.