Surgen nuevos antecedentes en el caso que ha remecido la escena musical chilena: las acusaciones de violencia física y psicológica contra el músico Tea Time realizadas por su ex pareja, la estudiante de pedagogía en música Valentina Henríquez. Un hecho que precipitó la expulsión del músico de su banda madre, Los Tetas, y que devolvió a la primera plana el tema de la violencia de género.

El pasado 25 de agosto, Henríquez presentó en el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago una querella criminal contra Camilo Castaldi, su verdadero nombre, por lesiones graves reiteradas, todas cometidas en un contexto de violencia intrafamiliar, según precisa el escrito, proceso que se inició con la formalización del artista a principios de julio.

En el documento también hay detalles de la compleja relación que mantuvieron. Ambos se conocieron el 7 de diciembre de 2015, en un show de Los Tetas en el Teatro Caupolicán, donde compartieron cartel con Villa Cariño. Ahí, Castaldi demostró en pleno espectáculo su atracción por Henríquez, por lo que la invitó tras el escenario al finalizar el evento. Diez días después comenzaron la relación, cuando la estudiante tenía 22 años, y el músico 38.

Y el primer día de 2016, la pareja comenzó a vivir en el departamento del artista en calle Catedral, luego que la hoy querellante abandonara la residencia que compartía junto a sus hermanos en la comuna de Quinta Normal. En la querella, Rafael Collado, abogado de Henríquez, sigue: "Hago presente que, debido a la regularidad y creciente violencia de estas golpizas, mi representada se vio obligada, desde el inicio de la convivencia, a dejar en custodia de sus hermanos alguna ropa, equipos electrónicos y otros utensilios de baño, pues Castaldi Lira no sólo le propinaba golpes en estos episodios, sino que además le destruía la ropa y en ocasiones, lanzaba aparatos telefónicos de propiedad de Valentina por el balcón del departamento que compartían".

Además, la acción judicial revela las consecuencias sufridas por Henríquez: "Su relación con Castaldi la alejó de familiares y amigos, quienes dejaron de tener contacto directo con ella, principalmente, porque mi representada pasaba gran parte del día encerrada en el departamento de calle Catedral, o bien, acompañándolo en sus giras dentro del país, con su ex grupo, por pedido expreso del querellado, quien la invitaba bajo la excusa de que la presencia de Valentina lo ponía a resguardo de excesos". Pese a este último punto, el resto de los miembros de Los Tetas han asegurado que nunca tuvieron ninguna señal de lo que estaba sucediendo.

"Muchos de estos daños y lesiones, como en todo caso de violencia intrafamiliar, fueron realizados en el interior del hogar común, y sin testigos presenciales. Castaldi Lira, consciente de esta circunstancia, solicitó en reiteradas oportunidades a mi representada que dejara registro escrito de que las lesiones eran provocadas por auto-golpes que ella misma se propinaba, en un intento por eximirse de su responsabilidad", sigue el escrito.

El primer episodio de violencia está fechado el 5 de marzo de 2016, cuando la joven asistió al matrimonio de su hermana en San Fernando, donde llegó con retraso y con moretones en piernas y caras, resultados de los golpes que Castaldi le habría propinado el día anterior. El segundo hecho está registrado el 22 de junio del mismo año. "En esta fecha, Castaldi Lira golpeó a mi representada en plena calle y a plena luz del día. Este episodio ocurrió afuera de un local comercial de nombre 'La Cabaña' (…). El querellado en esa oportunidad zamarreó bruscamente a Valentina tirándola al suelo y en todo momento mantenía una actitud de total desprecio por mi representada", completa el texto.

Luego, el 3 de enero, el cantante habría golpeado a su pareja con un micrófono antiguo en su rodilla derecha, ocasionándole una lesión grave que la obligó a usar yeso por 14 días, aunque nunca recobró la movilidad normal de su extremidad, según establecieron distintos exámenes que se realizó en las últimas semanas.

Tras ello, Castaldi habría amenazado con un sable que sacó desde su chaqueta al conserje de su edificio -testigo de uno de los episodios de violencia- y al chofer del automóvil de la empresa Uber que llegó al sitio a buscar a su ex pareja para llevarla a un hospital. En torno a ese mismo día, el documento detalla: "Al centro asistencial llegó la hermana de Valentina, Gabriela Henríquez, quien quiso realizar la denuncia en nombre de su hermana, pero mi representada, presa en ese momento de un temor a sufrir nuevas agresiones si denunciaba, y de un amor malentendido hacía su agresor, decidió cambiar la versión de lo ocurrido, indicando a los Carabineros que se había caído de la escalera, a pesar de los ruegos de su hermana".

Las situaciones de violencia se repitieron el 26 de febrero de este año (ahí el artista botó a su polola al suelo, quien comenzó a sangrar profusamente por su cabeza) y el 1 de julio, en la instancia que detonó este proceso, aunque también se relatan otras experiencias previas. Por ejemplo, un amigo del ex Los Tetas habría golpeado a Henríquez cuando ella quiso guardar una botella de whisky que estaban bebiendo. Ante ello, el abogado pide que se cite a tomar declaración a cuatro testigos presentes en los diversos episodios de violencia. Además, exige que se practique un nuevo informe pericial a las lesiones de la víctima, desarrollados por el Servicio Médico Legal.